Iborra será el cuarto central
Manolo Salvador cierra la puerta para la llegada de un posible sustituto de Volta
Cuenta la leyenda urbana que, pensando a futuro, el Barcelona tiene en su agenda a Vicente Iborra no como centrocampista sino como central. Realidad o ciencia ficción, lo cierto es que la evolución del de Moncada no es tan diferente a la de otros futbolistas que progresivamente han ido retrasando su posición hasta acabar capitaneando la zaga. Iborra subió al primer equipo como delantero, reculó a la mediapunta, empezó a coger vuelo como medio ofensivo y está llegando a su techo como defensivo. Desde hace tiempo, además, es una de las soluciones de urgencia para Juan Ignacio cuando hay bajas y de aquí en adelante todavía lo va a ser más, ya que en este momento es el cuarto central de la plantilla y hay orden de que así sea.
La rescisión de Volta, quien cansado de no tener oportunidades ha vuelto a Italia, no se traducirá en un fichaje más en su posición. Es, al menos, la decisión de Manolo Salvador, para quien no admite discusión que si hay que hacer un esfuerzo será arriba y no atrás. Máxime tras haber visto cómo Volta sólo ha jugado la Copa de Rey y ha pasado inadvertido. En plantilla quedan, por tanto, sólo tres centrales naturales: Ballesteros, Navarro y un Rodas que para más inri no cuenta con el favor del técnico a tenor de los minutos que tiene y de que sus últimas actuaciones, sobre todo la de Copa, fueron muy poco convincentes.
De todas maneras, habrá que ver qué ocurre de aquí al cierre del mercado, ya que en caso de que se ponga a tiro algún central apetitoso parece complicado que Manolo Salvador lo dejase escapar y que JIM no lo diese por bueno. El año pasado, sin ir más lejos, se aprovechó de la situación de David Navarro para ficharlo como relevo de Nano, que decidió marcharse a China. Lo curioso, sin embargo, es que fue Cabral y no el exvalencianista quien se convirtió en un fijo junto a Ballesteros pese a que en junio no tuviera problema alguno en renovar contrato.
El culebrón del Levante con sus centrales no es nuevo sino que viene de lejos, ya que el pasado verano el fichaje de Volta no fue más que una huida hacia adelante tras encadenar una larga lista de fracasos. El primer revés fue con la huida de Cabral al Celta de Vigo y a partir de él se acumularon las malas noticias. Después de tenerlos encarrilados se cayeron Mellberg, Onyewu, Teixeira y Affolter. Volta, elegido mejor defensa de la Serie B, se cerró sobre la bocina y llegó igual que se marchó, sin hacer ruido.