Ariel Ortega debutó en un Valencia-Sevilla con dos goles

Llegó al club en Marzo de 1997

Jose Hernández | 11 ENE. 2013 | 09:59

El Valencia se enfrenta al Sevilla para cerrar la primera vuelta de la liga, un rival que ha visitado Mestalla en 67 ocasiones en el campeonato español. Recordamos una de ellas, especial por el acontecimiento que se produjo, el debut en Europa de Ariel Ortega, que llegó a Valencia en 1997 procedente del River Plate argentino.

Como el auténtico salvador de un equipo roto, así se presentaba Ariel Ortega, el “Burrito”, cuando aterrizó en Valencia en Marzo de 1997. Le avalaba Jorge Valdano, entrenador del equipo en aquella etapa, y llegaba con el gran apoyo de la crítica argentina, que lo definía desde hacía un tiempo como el sucesor de Diego Armando Maradona, sobre todo tras ganar la Copa Libertadores junto a Hernán Crespo, Almeyda y Enzo Francescoli. Se sabía que no era un goleador al uso, y se le acusaba de un defecto que los expertos pronosticaban que superaría al dar el salto a un fútbol más competitivo: regateaba demasiado. Ortega era un experto de la “gambeta”, se zafaba hasta de su sombra, siendo uno de esos jugadores definidos despectivamente en España como “chupones”.

Ortega Campeón de Libertadores

Calidad individual le sobraba, pero el argentino abusaba de la jugada individual; le faltaba pasar la pelota antes o disparar a portería, y fue precisamente esta costumbre la que terminó convirtiéndose en una auténtica losa durante su paso por el fútbol español. Cuando llegó a la capital del Túria, el equipo estaba a punto de disputar un decisivo encuentro frente al Schalke 04 en los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Europa se había convertido en la tabla de salvación de un Valencia que había comenzado la temporada con Romário y Luis Aragonés enfrentados. El famoso “míreme a la carita”, en la víspera de recibir al poderoso Bayern de Munich, sería una premonición negativa en la trayectoria de los dos implicados. Frente al conjunto de Gelsenkinchen ya no estaba ninguno: Romario volvió a Brasil con billete de vuelta y Luis abandonó la nave tras una victoria frente al Besitkas turco. Ya en el mes de Marzo, con Jorge Valdano dirigiendo una nave a la deriva, el equipo sucumbió por 2-0 ofreciendo una imagen muy pobre.

Ortega fue presentado al día siguiente. Había sido fichado por Paco Roig y Jesús Martínez durante un viaje de éstos a Sudamérica. El coste de la operación fue muy alto, pero la directiva estaba dispuesta a invertir en un nuevo proyecto, con la intención de olvidar la decepcionante temporada que el Valencia estaba viviendo.

Cuando Ariel llegó pesaba sobre él una sanción de varios partidos por insultar a un colegiado en Argentina. Por ello, tuvo que negociarse con la AFA su reducción: la intención es que Ortega jugara cuanto antes, y si podía ser en el siguiente partido de liga ante el Sevilla mucho mejor. Las negociaciones llegaron a buen puerto, y el 8 de Marzo de 1997, Ariel Ortega se enfundaba por primera vez la casaca del Valencia Club de Fútbol en Mestalla.

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Fue ante un Sevilla en horas bajas que planteó muchos problemas al conjunto de Valdano. Los de Juan Carlos Álvarez pasaban por una situación todavía más angustiosa que la de los “ché”; eran carne de segunda, y no les salvaría del descenso ni Carlos Salvador Bilardo. El debut del “burrito” fue el único aliciente que tenían los aficionados que se acercaron ese día al recinto de la Avenida de Aragón. La más que posible eliminación en la Copa de la UEFA y la difícil clasificación para competición europea que el Valencia tenía que asumir como panorama, no animaban en exceso a los hinchas del equipo.

Ortega brilló menos de lo que sus dos goles dejaron a la posteridad. Es cierto que ofreció detalles, pero su falta de adaptación a una nueva liga dejó claro que todavía le faltaban horas de rodaje. No obstante, los dos goles que ayudaron al Valencia a ganar en una trabajada victoria 4-2 ante el conjunto hispalense, ayudaron a convertir al “Burrito” en un nuevo referente. En su debut, otra anécdota pasó la historia: la batalla que mantuvo con Farinós por lanzar el penalti que significaría el gol de la tranquilidad para el Valencia. Ortega, consumado especialista desde los once metros no falló.

En su siguiente partido, en el Vicente Calderón de Madrid, Ortega sólo tardó ocho minutos en volver a marcar. Tres goles en 98 minutos eran una perfecta carta de presentación para el futbolista. Desde ahí hasta el final de temporada, el argentino se convirtió en el hombre más importante del equipo. Marcó contra el Real Madrid, ante el Athletic de Bilbao y contra el Deportivo de la Coruña; los penaltis se convirtieron en su mejor aliado...aunque Farinós siguiera insistiendo en luchar por lanzar. En ese verano volvió Romário al club, y junto a los Saib, Gerard, Milla o Chemo del Solar, Paco Roig formó un equipo fabricado a la medida de Jorge Valdano. En la tercera jornada el proyecto se vendría abajo, y tras la llegada de Claudio Ranieri comenzaría el inicio del fin para Ariel Ortega.