Acuerdo entre el Levante y Valdo para su cesión hasta final de temporada
Falta que el futbolista acuerde los pormenores económicos de su salida del Atlante
“Depende de lo que él contacte con su equipo. Que nosotros tengamos interés no es un secreto, pero también es verdad que no depende de nosotros. Creo que depende más de él y de su club”. Es la confirmación oficial, de boca de Juan Ignacio, de las “negociaciones” para el regreso de Valdo, que está muy cerca de volver a convertirse en jugador granota en calidad de cedido hasta final de temporada. El entendimiento entre el Levante y el jugador es total, aunque todo se encuentra a expensas de que su representante acuerde su salida del Atlante. Y es que Valdo, que ha sido ofrecido a varios clubes españoles, sólo quiere jugar en Orriols pero no a cambio de perdonar el dinero que tiene firmado en México, donde es el jugador mejor pagado de su equipo.
Como era de prever tras ser considerado como uno de los pufos del Torneo Apertura, Valdo se ha quedado fuera de los planes deportivos del Atlante, en cuya web oficial ni siquiera figura como miembro de la primera plantilla. De hecho, está entrenándose con el filial después de que su entrenador, Ricardo La Volpe, confirmara ya antes de Nochevieja que su objetivo es fichar a otro extranjero en su posición. «Vamos a ver qué pasa con lo de Valdo”, apuntó el técnico, que lo ha sacrificado pese a quedarle otro año de contrato.
El gran aval de Valdo en Valencia son los técnicos, quienes añoran su polivalencia para jugar no sólo en la banda derecha, sino también a pierna cambiada, como segundo punta y hasta de improvisado ‘nueve’. El club entiende su posible vuelta como una oportunidad de mercado, aunque en el propio Consejo existen voces discordantes que recuerdan que su comportamiento dejó que desear cuando dio largas a la oferta de renovación hace unos meses y cuestionan que su tiempo en Orriols tal vez ha pasado.
En el Torneo Apertura Valdo, que llegó al Atlante con la vitola de fichaje estrella, apenas jugó 56 minutos debido a una lesión en el muslo mal curada y por la que terminó enfrentado a los servicios médicos del Atlante. Un desgarro de cinco centímetros subió a siete por forzar e incluso se filtró la posibilidad de rescindirle el contrato alegando que fichó lesionado. «En verdad fue que la recuperación y el tratamiento no fue el adecuado y eso hizo que recayera dos veces y que la lesión empeorara. Un problema que era de tres o cuatro semanas se ha convertido en más de dos meses», explicó el jugador, que tampoco se ha adaptado a la vida allí, por lo que se ha lanzado sin pensarlo en brazos del club al que hace nada dejó en la estacada.