Keylor estudiará su salida si Munúa renueva varias temporadas
El Levante es consciente de la dificultad de mantener a sus dos guardametas en el proyecto
La negociación para renovar a Gustavo Munúa está teniendo en Keylor Navas a un auténtico espectador de lujo. El portero costarricense ha sido una de las grandes apuestas del Levante, amén del traspaso más elevado (300.000 euros) desde la ley concursal, si no se cuentan aquellos 1,2 millones casi ficticios por la opción de compra de Felipe Caicedo al Manchester City. Sin embargo, en sus dos temporadas como granota se ha visto inexorablemente relegado al banquillo, lo que podría llevarle a forzar un cambio de aires si Munúa renueva y además lo hace por varios años. Es, al menos, lo que en este momento pasa por su cabeza.
Keylor es un portero con proyección, internacional por su país, que desde que huyó del Albacete ha escuchado cantos de sirena desde el extranjero. Hoy por hoy tiene claro que no quiere pasarse más tiempo a la sombra de un titular casi indiscutible como es Munúa. Los técnicos del Levante valoran su compromiso y, sobre todo, la competencia que aporta, pero también son muy conscientes de la dificultad de mantener a dos porteros de tan alto nivel. Sin ir más lejos, la decisión de que Keylor jugase esta temporada la Euroliga ha disgustado a Munúa, quien públicamente declaró que para él era una decepción no disputar una competición que se ganó sobre el campo.
El bendito problema de la portería es algo que se veía venir desde hace tiempo. Sin embargo, Manolo Salvador ha querido ser justo y consecuente. Pese a su preferencia personal por Keylor, el director deportivo ha reconocido desde el principio que Munúa se ha ganado una oferta para renovar con su rendimiento. Eso sí, el punto de fricción va a estar en la duración de su contrato. Salvador quiere ir prorrogándole año a año, al estilo de otros veteranos, en función de objetivos, mientras que Munúa quiere un compromiso largo, de dos o tres temporadas, y no renuncia a escuchar otras ofertas.
Desde que aterrizó en Orriols procedente del Málaga, donde la llegada del jeque frustró su continuidad, Munúa se ha consolidado como un valor seguro. Y eso que sus principios fueron complicados y que a las primeras de cambio, coincidiendo con el funesto reestreno del equipo en Primera, Luis García decidió castigarlo con la suplencia, una afrenta que al charrúa se le quedó grabada. Sobre sus hombros siempre ha pesado la leyenda de ser un futbolista complicado para el vestuario si no juega y eso es algo que también va a pesar ahora que encima de la mesa se está diseccionando su futuro.