Líderes de Europa

El Levante despacha al Helsingborgs con un solitario gol de Juanfran (1-0)

Rafa Carretero | 21 SEPT. 2012 | 12:09

Un fogonazo. Una acción de listos. Una falta sacada sin respirar. Míchel vio el agujero con el rabillo del ojo, le metió el balón a Juanfran y gol. Tiro cruzado, apoteosis en el Ciutat y sentido abrazo de los dos protagonistas al final de la velada. Un solitario tanto con el que al Levante le sobró para despachar al Helsingborgs (1-0) y ponerse líder del Grupo L tras la disputa de la primera jornada de la fase de grupos de la Euroliga, en la que Twente y Hannover igualaron a dos. Broche perfecto para un partido en el que todo sabía a nuevo, desde la música a los logos de la UEFA y su bandera luciendo en un estadio donde no hace tanto jugaba el Eibar y apenas 3.000 granotas habitaban en él.

No fue fácil. El Helsingborgs, vigente campeón de la Liga sueca y actualmente quinto clasificado, tuvo sus opciones y hasta le escamotearon un gol por fuera de juego que no era. El Levante se encontró con un rival que sin ton ni son pasaba del orden al desorden, que igual apretaba que se desparramaba. Un conjunto menor que vendió cara su piel y sacó partido de la indefinición que acosa a los azulgranas.

Porque el Levante aún no es el Levante. Con Martins en la grada y Gekas en el banquillo por culpa de unas molestias, Ángel fue la referencia ofensiva de un equipo que sigue siendo tan competitivo como siempre pero al que le falta algo de grasa. Sin un pedaleo redondo, le cuesta carburar y llegar arriba. Consiguió al menos dejar la portería a cero, algo que le ha resultado fácil hasta ahora en Europa frente a rivales de tercera fila pero imposible en el campeonato doméstico.

Por encima de todos el protagonista fue Juanfran. El hijo pródigo aún no había marcado desde su regreso a Orriols. “Es el gol más importante de mi carrera”, explicaba el de Barona, que se estrenó a lo grande. De las lágrimas de emoción ante el Espanyol a la euforia por un tanto con más sabor para él que hizo con el Celta en la Champions y que fue el 2.500 de la historia del club vigués. El lateral zurdo, que se reenganchó con la lesión de Nikos, vuelve a ser el amo de la banda en Orriols.

“Parece algo normal, pero no lo es y dentro de unos años nos daremos cuenta”, aseguraba también el capitán, Sergio Ballesteros, que siguiendo el ya famoso lema de “Olivica comía, huesecico al suelo”, dijo estar ya pensando en el partido contra la Real Sociedad del domingo. También Juan Ignacio, que reconoció la importancia de haber sacado adelante un partido que muchos futbolistas afrontaban con molestias. Y es que el desgaste es de aúpa. Mantener la categoría jugando en Europa es la nueva hazaña a la que se enfrenta el mundo granota.