Martins será el jugador mejor pagado del Levante

Unos flecos en la cláusula de rescisión son el último escollo a la espera del transfer

Rafa Carretero | 13 SEPT. 2012 | 12:37

El culebrón del fichaje más largo del verano está dando sus últimos coletazos. Aunque todo apunta a que tampoco será hoy cuando Obafemi Martins aterrice en Valencia, la operación se encuentra ya en el tramo final. El Levante UD y los agentes del jugador tenían previsto cerrar esta mañana los flecos pendientes de su contrato, relativos a los cinco millones que tendrá su cláusula de rescisión y el porcentaje para el jugador en caso de un futuro traspaso. Este detalle ha sido uno de los últimos caballos de batalla de la negociación y a punto ha estado incluso de envenenarse. Y es que Martins aspira a compensar de algún modo los 2 millones a los que ha renunciado en su rescisión con el Rubin Kazán, que sólo le ha pagado una indemnización correspondiente a los meses de julio y agosto.

De todos modos, el fichaje no podrá ser oficial hasta que llegue el transfer internacional de la Federación rusa. Con el caso Lassad fresco en la memoria, el club incluso está por la labor de retrasar la llegada de Obafemi hasta tenerlo en su poder con tal de evitar cualquier contratiempo que lo deje en jaque. Y es que podría darse el caso de tenerlo firmado y no poder inscribirlo en la Liga.

Martins llegó a un acuerdo de rescisión el pasado 20 de agosto y ése es el día que el Rubin debía de solicitar su baja. Sin embargo, debido a unas cantidades pendientes, la desvinculación no ha sido completamente oficial hasta el pasado martes, por lo que hay que esperar a que no haya ningún problema burocrático que tuerza su llegada. El Levante necesita que la condición de futbolista libre sea anterior al 31 de agosto, fecha en la que terminó el plazo de fichajes en España.

Martins va a ser el jugador mejor pagado de la historia reciente del Levante. Finalmente el club ha hecho un esfuerzo y llegado a un fijo de 700.000 euros brutos por temporada, por encima del tope de 600.000. Y es que la necesidad acuciante de firmar a un delantero de sus características ha sido una fortísima presión. Ahora el jugador aguarda en Milán, donde tiene residencia desde su época en el Inter, a que le den la luz verde para viajar a Valencia. Juan Ignacio lo espera ya con los brazos abiertos y está al día de que desde que abandonó la disciplina del Rubin ha estado entrenándose con un preparador físico personal para mantener la forma.