El Valencia, otro año más tercero

¿Se repetirán también los mismos errores?

Toni Hernández | 03 MAY. 2012 | 13:18

El Valencia va a ser tercero. Podía sacar esta breve expresión del año pasado, o del anterior. Terceros, por tercer año consecutivo. Se jugará la Champions League sin ronda previa. Igual que en los dos ejercicios anteriores. Se tendrá todo el verano para preparar la plantilla con calma, sin presión. Como en 2010 y 2011. Todo parece positivo. Incluso hasta lo es. Mi pregunta, la de muchos, es si, con esta situación, digamos idílica, se puede tener esta tristeza hartazgo y sopor como si nada se hubiera hecho. ¿La gente está equivocada? ¿Tienen la culpa los medios por mandar el mensaje que les interesa y no el real? ¿Unai Emery ha hecho un gran trabajo y nadie se lo reconoce? ¿Cuál es la razón de que eso ocurra?

Otra pregunta que surge, que salta, que ataca sin contemplaciones es la siguiente: si bien es cierto que estos dos años atrás se ha sido tercero con solvencia, siendo el mejor “de los otros”, esta temporada… ¿se ha alcanzado por eso o simplemente ha sido una carrera de caracoles y nosotros hemos sido un poco más rápidos?

Es una situación extraña, paradójica, que invita a reflexionar. No sobre el hecho en sí, sino la causa por la que se llega a este estado de nervios, o mejor, de depresión. Las palabras de Braulio el pasado verano, en plena campaña de renovación de abonos, aún resuenan. No se trata de desempolvar aquello para generar malestar, a fin de cuentas se ha llegado a dos semifinales, más que en cuatro años, y se va a terminar tercero, con lo que no es inexacto del todo. Pero generar expectativas superiores a las reales, es delicado.

¿Quiero decir que el Valencia no tiene equipo para luchar con Madrid y Barcelona? No, no lo tenemos. Eso es un hecho. Y parafraseando al propio Braulio, el Valencia debe reinventarse, pero muy en serio. Cuando un equipo de fútbol hace este ejercicio, difícil a más no poder en el mundo del fútbol, debe hacer un “borrón y cuenta nueva”, formateo en la era 2.0, total u absoluto. Unai, aunque haya conseguido el mal llamado y manido objetivo, no debía seguir un cuarto año, porque esa reinvención no sería completa, como así se ha demostrado.

La catarsis, esa maravillosa palabra que es como “prima de riesgo”, la usa mucha gente y pocos saben qué quiere decir, debe ser integral. Desde arriba hasta abajo. El club estaba en un proceso intermedio, entre la era Soler y la dura realidad. Esa fase, con la venta masiva de activos y la renegociación de las obras de Mestalla, ya ha pasado. Debemos saltar al siguiente nivel.

Siempre le dije al gran Arturo Tuzón, q.e.p.d., un gran presidente y una persona por la que sentía un enorme respeto, que cuando el Valencia se convirtió en SAD, él debió salir, ya que su labor estaba más que hecha. Continuó, y se tuvo que escuchar aquel injusto “suelta los duros”. La situación hoy en día es otra, muy distinta. No se viene de Segunda, se viene de la mejor época de todos los tiempos. Y si aquel grito que jamás debió sonar en Mestalla era por Romario, la frustración ahora va mucho más lejos.

Si nos queremos seguir engañando a nosotros mismos pensando en que vamos a ser eternamente terceros, o que algún día daremos con una camada espectacular por ciencia infusa, eso es una bonita manera de pasar la vida. Pero lo cierto es que seguimos teniendo un campo que se debe terminar, unos compromisos de pago que afrontar y un futuro que planificar.

Una vez más, y van tres, se puede hacer desde la calma, desde la tranquilidad. Estaremos en el bombo de la Champions League (no jugamos los cuartos de final desde 2007, y desde 2003 sólo lo hemos hecho una vez, otro dato para pensar), y afrontaremos con toda la ilusión de las que es capaz de hacer acopio la afición del Valencia otro ejercicio. Pero, ¿hemos de esperar a pegarnos el gran batacazo para tener un ataque de de realidad? Me gustaría pensar que no. Pero también me gustaría ser alto, rubio, ojos azules…