Estado de alarma con Koné

"No sabemos cómo aguanta", dicen en el club

Rafa Carretero | 01 MAR. 2012 | 14:35

Las alarmas han saltado en el Levante, donde cunde la preocupación por Koné. El marfileño ha encadenado un par de semanas con unas molestias que no remiten y los técnicos cruzan los dedos para que no se lesione. El club lleva un par de días haciéndole pruebas médicas en secreto, pero los resultados no son concluyentes. Pese a que en apariencia está roto, científicamente no hay manera de cuantificarlo y encima las sensaciones del futbolista no son malas, ya que admite cargas de trabajo con las que si estuviera tieso no podría.

"No sabemos cómo aguanta", dicen en el club, extrañados con su caso. Nada más acabar el partido en Barcelona, un fisioterapeuta le aplicó hielo en la cara interna del muslo derecho y de hecho el jugador abandonó Cornellà-El Prat cojeando. Sin embargo, parecía inexplicable que hubiese aguantado todo el partido sin pedir el cambio o, para más inri, protagonizado una serie de sprints en el descuento. Ver para creer.

El misterio es tan grande que en este momento es posible tanto que juegue contra el Betis como que tenga que estar parado unas cuantas semanas. Es la diferencia entre si el diagnóstico definitivo es una sobrecarga o una rotura fibrilar. La opinión de Juan Ignacio, que lo está mimando, es no forzarlo, aunque la versión oficial reza que si el partido no fuese el lunes podría estar entrenándose. De momento, no trabaja con el grupo.

El origen del secretismo en el Levante con las pruebas a las que se ha sometido es que no quieren que Koné dé sensación de fragilidad pensando en el futuro. Y es que salvo giro radical el jugador será suyo en junio y a partir de ahí, como con Felipe Caicedo, se activará la maquinaria para venderlo y hacer caja. Uno de los inconvenientes para hacerlo es el historial médico del marfileño, si bien es cierto que en esta ocasión el problema no son sus rodillas, sino una lesión indefinida que lleva de cabeza a los galenos.