“Hemos recuperado los valores”

Rubén Suárez saca al Levante del abismo

Rafa Carretero | 26 FEB. 2012 | 11:22

Otra vez Rubén Suárez salió al rescate del Levante, que consiguió en Cornellà una victoria clave para la moral del vestuario. Los tres puntos ante el Espanyol sirven para calmar el ambiente y para darle un bocado a la salvación. El mejor premio, sin duda, para una semana complicada, posiblemente la más difícil para Juan Ignacio Martínez, en parte salvado por uno de los hombres a los que más minutos ha negado y que fue objeto, curiosamente, de un toque de atención por parte del club por quejarse públicamente de la indefinición en su continuidad a partir del próximo junio.

“Llevábamos ya tres semanas con muy buenas sensaciones. Se han recuperado valores y la intensidad”, explicaba el autor del 1-2. Fue un zapatazo de los suyos, desde el borde del área, como aquellos para el recuerdo conseguidos en Riazor o el de esta misma temporada contra la Real Sociedad. Tan confiado estaba de pegarle que hasta le quitó el balón de las manos a Farinós.

“Marcar es muy importante para mí porque acabo contrato el 30 de junio y tengo menos minutos de los que quiero”, insistía Rubén en las tripas de Cornellà-El Prat con el ruido de fondo de la fiesta en el vestuario: “Teníamos mucha rabia acumulada, ya se ha visto en la celebración”.

Y es que todo son lecturas positivas en este triunfo. Los cambios surtieron efecto. Jugaron de inicio Iborra, Ghezzal y Pedro López, lo que significó sentar a Farinós y Javi Venta, amén de desplazar a la banda izquierda a Barkero, que fue uno de los cerebros granotas. Tres novedades esperadas desde la grada que le cambiaron la cara a un equipo que volvió a parecerse al que fue en sus mejores días. Para Juan Ignacio, cuyo cargo había empezado a cuestionarse por las esquinas, es un espaldarazo.

La reacción no podía hacerse esperar más. La bronca de Quico Catalán en el vestuario el pasado jueves y su presencia en el autobús de la expedición eran sintomáticas de que había que reaccionar. “Que el presidente baje a la caseta tiene que ser una bomba de relojería”, explicaban desde el club, donde respaldan que Quico hiciera un marcaje tan estrecho al equipo que hasta estuvo en la banda durante el entrenamiento matinal en La Masía del Barcelona. Un golpe de timón que ha resultado.