Los otros números de Champions

El Levante tiene números de Champions no sólo en el césped. En los despachos está al nivel de los mejores. Gracias al tirón deportivo del equipo, el club empieza a salir del túnel. Queda mucho todavía por pagar, pero la remontada supera las expectativas. De ser un ejemplo de despilfarro ahora ha pasado a serlo de buena gestión, tal y como quedó claro en la Junta Ordinaria de Accionistas, un paseo en barca para el Consejo.

“Si cobráramos todo lo que nos deben y pagásemos todo lo que debemos tendríamos 93.000 euros positivos de fondo de maniobra. Entendemos que esta es la manera de gestionar el club, una gestión transparente y basada en el rigor económico”, explicó Quico Catalán, que presentó un superávit de 2,6 millones del pasado ejercicio. ¿El motivo? Lo recaudado en traspasos: un millón por Luis García y 270.000 euros del porcentaje del traspaso de Geijo del Racing al Udinese.

La Junta aprobó también un presupuesto de ingresos de 27,5 millones, algo más de cinco que el pasado con un superávit de tres. Parte de ese aumento corresponde a los 7,5 de la venta de Felipe Caicedo al Lokomotiv, que al hacerse en julio forma parte del próximo ejercicio. “En la partida de ingresos hemos sido realistas y conservadores”, detalló el presidente, que sacó pecho por el hecho de que el 55 por cien de los ingresos correspondan a los derechos de TV. “El Levante es el club que más sobrevive de esa fuente de ingresos”, explicó. Además, en un contexto de crisis, destacó que en la Tenda Granota los resultados son “cada vez más satisfactorios”, lo que habla de una buena presencia social en marketing y merchandising.

Catalán destacó que, como muestra del ajuste en la gestión, el 53 por ciento del presupuesto de ingresos está destinado al gasto de personal, un índice por debajo del resto de clubes de Primera y que revela el cumplimiento del fair play financiero propuesto por la UEFA y por el Reglamento de Régimen Económico de la Liga. Según recordó el presidente, “el coste de personal no puede superar el 70 por cien” y “estamos en el umbral más que óptimo en la nueva situación a la que va el fútbol respecto a control del gasto”. En 2009 ascendía al 74 por cien.

En apenas un año, el Levante ha reducido su deuda en 29,6 millones, contando los pagos que se han hecho a los acreedores más la quita del concurso. Otro de los grandes titulares fue que de los 12 millones de patrimonio negativo, una cifra que dejó al club en causa de disolución, se ha pasado a uno de 7,5 positivo propiciado por la quita del concurso. El titular es que la deuda a largo plazo se ha reducido de 88 a 57.

Valentín Serrats, representante de unos 50 accionistas minoritarios, felicitó al Consejo “por su gestión y transparencia”, pero también tuvo apuntes críticos, como el relativo al sueldo del presidente —la retribución del Consejo ha aumentado un 135 por cien— y a un defecto de forma en su nombramiento como consejero delegado.

También propuso Serrats la venta a tramos del 33 por ciento del capital social que le sobra a la Fundación al valor nominal de 60 euros y aumentar de uno a cuatro los títulos necesarios para obtener un descuento en el pase: “Es lo moderno y lo progresista. Igual que a los jugadores en el campo hay que pedir un esfuerzo a los aficionados”. “El momento es complicado. Le haríamos un flaco favor a nuestra masa social”, replicó el presidente, que dejó esta pildorita: “No tengo ningún interés en irme a Dubai o Qatar a buscar un inversor para el Levante”. Por último, el SAM llamó la atención de que en la Fundación y el Consejo no haya ninguna mujer: “Me gustaría, pero no son muy activas”.