¿Nadie se cansa de esto?
Los puntos que deja escapar el Valencia son incontables
El partido del sábado, que vi en compañía de un gran valencianista como Jorge Iranzo, lo he visto unas 120 veces desde que Unai Emery es entrenador del Valencia. El equipo es y se sabe superior, marca, puede volver a hacerlo, no se decide a machacar a su rival, y luego pasa cualquier cosa que estropea lo que debía ser una victoria segura.
La frase del entrenador del Valencia al terminar el partido, “no quiero decir que sea injusto, aunque lo que sea, pero en la segunda parte no hemos hecho lo que debíamos”, resume perfectamente lo que ocurrió el sábado ante el Mallorca.
En una semana en la que el presidente Manolo Llorente hablaba del objetivo de ganar la Liga, nos encontramos con un equipo sin alma, al que le faltan las ganas para aplastar a un rival inferior, y que encima ve cómo un árbitro malo, bueno, un árbitro, le pita un penalti contra que no es de ninguna manera.
Lo peor de todo es que viendo el partido, la segunda mitad, eso podía pasar. Porque jugar con fuego, por muy limitado que sea tu contrincante, tiene estas cosas. Hemos perdido dos puntos que estaban en el bolsillo, que permitían seguir viendo a todos, Levante incluido, de muy cerquita. Y ahora andamos tocados y con la Champions League en juego esta semana.
¿Hasta cuándo vamos a ver esto sin hacer nada? ¿Cuántos partidos más se van a ir al limbo antes de que veamos que sin esos puntos no se puede luchar por nada más que ser el primero de los demás? ¿De verdad a alguien le gusta esta situación? ¿El personal está cabreado o simplemente de brazos caídos pensando “esto iba a pasar”? No encuentro respuestas, pero sí identifico situaciones pasadas que veo que, tras casi cuatro años, no mejoran.
Y dos cosas más. Rami es un pedazo de jugador de mucho cuidado. Enorme. Pero por su mala cabeza no lo voy a tener el domingo en Mestalla ante el Athletic (después de dejar fuera a Ricardo Costra veremos cómo resuelve el tema Unai). Y la segunda. Dejemos respirar a Roberto Soldado. Desde que se lanzó la campaña de la selección, ni ve puerta, ni se le ve cómodo, ni es el de principio de temporada. Sin agobios, y a la marcha.