Dudas para afrontar el choque ante el Odense

El futuro de Nilmar sigue siendo incierto y De Guzmán está atascado

Jaime Campos | 08 AGO. 2011 | 14:11

Juan Carlos Garrido está seriamente preocupado por la manera de enfocar y afrontar el partido contra el Odense en el que el Villarreal CF se juega más de media temporada. La diferencia entre jugar o no la fase final de la Champions no sólo es sustancial si no definitiva y la incertidumbre que vive el técnico con quiénes van a ser los futbolistas con los que va a poder contar para tan vitales partidos, no le deja trabajar tranquilo.

Nilmar en el aire

La principal preocupación del técnico es saber si podrá o no contar con Nilmar para la eliminatoria previa de la Champions. En principio el técnico cuenta con su delantero estrella que junto a Rossi, forman una de las mejores duplas de Europa, pero lo cierto es que el interés de algunos clubes como la Roma, y la impresiosa necesidad de vender para equilibrar los presupuestos del conjunto amarillo empiezan a meter al entrenador de la primera plantilla en una tesitura complicada.

Si la calidad de la plantilla ya se había visto claramente perjudicada con la salida de Santi Cazorla, no es menos cuierto que la pérdida de un referente como el brasileño podría ser decisiva de cara a los dos partidos contra los daneses y a toda la temporada que se viene.

De momento no hay acuerdo entre el Villarreal y la Roma por el traspaso del punta, pero lo cierto es que las posturas económicas no están tan distantes. El equipo amarillo estaría dispuesto a ver con buenos ojos su marcha en torno a 24 ó 25 millones de euros y la primera oferta romana ha sido sensiblemente inferior. No obstante, una subida económica del equipo italiano o la inclusión de algún jugador que pudiera ser interesante, acabarían de cambiar el signo de las negociaciones.

De Guzmán, atascado

Por otra parte, la incorporación de otro medio de creación y con llegada, para sustituir la ausencia de Santi Cazorla sigue sin resolverse.

De momento, la llegada del canadiense sigue sin producirse y el acuerdo entre el Villarreal y el Mallorca, aunque en principio podría ser de dos millones, sigue estando a expensas de la normalización de las relaciones entre clubes, rotas desde que el equipo de Fernando Roig denunciara a los baleares por sus impagos ante la UEFA para poder disputar la Europa League la temporada pasada.