En el Valencia se han visto entrenadores de todo tipo, campeones del mundo, de Europa, de Liga, de Copa, españoles, valencianos, extranjeros, con sus manías, sus discursos, sus filias y sus fobias, sus hombres de confianza y a los que no podían ni ver por mucho que fueran patrimonio del club. Eso con el consentimiento de muchos presidentes y directores deportivos o secretarios técnicos, que la evolución tiene estas cosas.