Pedir la cabeza del director deportivo por el fracaso estrepitoso con la elección de Pako Ayestarán como entrenador del Valencia me puede parecer bien, correcto, lógico y hasta normal, aunque es verdad que me gustaría escuchar a Jesús García Pitarch a corazón abierto, algo que he tenido la oportunidad de ver otras veces en mi vida, como cuando me explicó la salida de Rafa Benítez, algo mucho más heavy que este asunto, si se me permite decirlo.