Si nos pasamos el año diciendo que el Valencia es una mierda, nos vamos a ir a la mierda. Y podemos pensarlo, incluso cosas mucho peores, pero es nuestra mierda, la nuestra y la de nadie más, y eso, o lo tenemos claro con todo lo que significa, o no hace falta que juguemos las 33 jornadas que quedan hasta el final. Y lo digo empezando por mí mismo y acabando por cualquiera de nosotros, de cualquier valencianista que lo sienta.