Insisto: el Valencia de Corberán me preocupa, y no lo esperaba

No esperaba tener dudas sobre el Valencia de Carlos Corberán en la jornada 6. Y no lo esperaba, repito, porque el equipo del año pasado en la segunda vuelta dio muestras sobradas de saber a lo que jugaba, cómo quería jugarlo y de qué manera tenía que hacerlo. Con los cambios del verano, a gusto del entrenador siempre dentro de nuestra realidad económica, el salto se suponía, quizá no inmediato, pero sí al menos progresivo teniendo como base el año anterior.

No terminanos de estar cómodos con ningún sistema, hay chispazos de brillantez combinados con otros momentos tremendamente oscuros y fallos que no nos podemos permitir, y demasiada sensación de que no dominamos los partidos dentro de nuestro fútbol, sino que estamos siempre a merced del rival. El empate contra el Espanyol duele porque es en la última jugada y viene de una falta que no existe, pero podría haber sido en cualquier momento.

Sigue habiendo jugadores importantes lejos de su mejor momento, y eso lo notamos mucho. Y otros, que también tenían que dar un plus, todavía no han entrado como se esperaba. Tener 8 puntos de 18 es algo que da para varias lecturas, sin duda, pero ahora mismo genera muchas más dudas el juego, la forma de jugar, que los propios resultados en sí. E insisto, el año pasado se dejó hecho un trabajo que ahora mismo no estamos viendo.