Cuando se desgasta al entorno del Valencia para nada, a sabiendas
Lo ocurrido con "De Torino a Mestalla" es sólo una muestra más de las muchas, demasiadas, que llevamos en los últimos tiempos

El entorno del Valencia no se debe desgastar en batallas que sabe que no puede ganar. Lo he dicho muchas veces, y visto lo visto, las que me quedan, porque parece que pueden más unos minutos de gloria que la serenidad y el sentido común.
Y me duele y me molesta, porque todo esto va calando en la fe de los buenos valencianistas, que de corazón se vuelvan con iniciativas de todo tipo, pensando que esa puede ser la buena, y demasiadas veces, desgraciadamente todas hasta la fecha, la dura realidad es que ninguna ha conseguido el efecto que se perseguía.
Lo que empezó “De Torino a Mestalla” no tenía por dónde cogerse desde el momento en que se pensó la idea, y creo que eso lo sabían hasta los que pusieron en marcha la iniciativa. Malgastar energías y paciencia con algo como lo que se pretendía no entiendo lo que da, pero desde luego no lo que se supone que debe.
Ahora ha quedado cancelado, y supongo que alguien saldrá a dar explicaciones, a razones los motivos por los que no ha funcionado, y eso con el deseo de que no se caiga en la tentación de culpar a la sociedad valenciana de no poner 112 millones de euros, con los que además no ibas ni a la vuelta de la esquina para comprarle el Valencia a Peter Lim.
Seguimos pegando tiros al aire, haciendo cada uno de su capa un sayo, y seguimos acumulando decepciones, porque no quiero llamarle fracaso, ya que entiendo que eso es otra muy distinta y el análisis debe ser diferente. Sigo echando de menos una gran sentada de todos, una pensada como Dios manda, dejando egos y rencillas al margen, porque quizá, si eso pasa, veremos las cosas de otra forma y actuaremos en consecuencia.