Cuando a las protestas contra Lim no se unen muchos millones de euros
Al final ocurre de lo de siempre, pero no por desidia o porque algo sea un fracaso, sino porque una revolución sin dinero no tiene razón de ser

No habrá nunca una revolución real en el Valencia sin dinero. Esa es la verdad, la dura y maldita verdad, que siempre se acaba presentando de un modo menos estruendoso que el movimientos social, pero por desgracia, de una forma aniquiladora. La ciudad se echó a la calle el 2 de marzo, y aquella manifestación, como todas las anteriores, fue un rotundo éxito. Pero si no das el siguiente paso, sino acceder a la pantalla que sigue, el juego no sirve de nada.
Estamos igual que hace tres semanas y pico, y así vamos a seguir... hasta que todo esto venga acompañado de dinero, de mucho dinero, que es la única forma que tenemos de poder comprar el club a Lim, aunque luego habría que convencerle de que nos lo vendiera a nosotros, que ese es otro tema. Pero ni escuchando por enésima vez que no se le quiere aquí, y en un partido de eco mundial, se ha conseguido que este hombre mueva un solo dedo.
Lo de menoscabarle a nivel público en todo el mundo tampoco ha dado resultado, y ya vemos que sigue en Singapur, sin apenas aparecer a nivel público y refugiado en su casa y con su familia. Hay que poner los puentes para que se vaya, lo digo siempre y nadie hace caso, porque actuando como venimos haciendo no se ha conseguido absolutamente nada. Y no darse cuenta de ello creo que es lo más grave de todo, pero con mucha diferencia.