Odio las semanas que pierde el Valencia, son muy previsibles

Todo se embarra, se emponzoña, se vuelve desagradable, y siempre a cuenta de la mismas guerras que no dan nada

Toni Hernández | 14 FEB. 2024 | 00:04
Baraja

Cuando el Valencia pierde, los problemas salen como los caracoles. La verdad es que cuando ganamos también pasa, pero son otro tipo de temas, los que intentan desviar la atención, los que pretenden hacer ver que la felicidad en este club, por poca que sea, es imposible. Y oye, con esa condena parece que nos vamos a quedar, porque no hay forma de acabar con ella.

Después de lo de Gran Canaria, aunque haya sido con la reincidencia en algunos temas, se ha sacado de nuevo gran parte de la artillería. Es como si el año fuera malo, como si el trabajo de Baraja y los nanos no tuviera valor, como si fuera el momento adecuado para desangrar hachas de guerra que vengan bien a cierta parte del relato. De verdad que me da igual, que cada uno haga lo que quiera, que al final es lo que yo estoy haciendo ahora, expresar mi opinión sin ningún tipo de cortapisa, pero el Valencia duele, me duele, nos duele a todos.

Porque al final es la excusa, el pretexto, para poder hacer todo lo demás, no el fin en sí mismo, y eso es muy triste, muy duro. Demasiados intereses cruzados, demasiados puntos de vista que no atienden a razones y que no piensan dar su brazo a torcer, pase lo que pase. Cuando se gana, esos perfiles permanecen ocultos, callados, en un atronador silencio, que se pone más en evidencia cuando ocurren derrotas.

¿Que todo eso es normal y forma parte del mundo del fútbol? Creo que damos demasiadas cosas por habituales, por “normales”, y no puedo estar más en desacuerdo con es forma de verlo. Pero bueno, al final sólo es mi opinión, no pretende convencer a nadie de nada con ello, y sólo espero que, por lo menos, no me genere insultos, que lo veo venir.