Mirar a tu alrededor en este Valencia genera mucha fatiga mental

Este Valencia cansa, cansa mucho. Han sido cuatro días de fiesta/puente/calma, y me he dado cuenta de algo que me ha preocupado mucho: no he hablado del Valencia con nadie de mis amigos, todos ellos futboleros a tope, porque nadie ha sacado el tema. Yo tampoco, lo confieso, aunque sí es verdad que nunca lo hago.

Pero que nadie de mi entorno haya preguntado nada, dicho nada u opinado nada, sin duda, es algo para reflexionar. Que igual los raros somos nosotros y no le ha pasado a nadie más, pero no intuyo, por desgracia, que no es así.

Y creo que todo parte de algo sencillo: no se entiende gran parte de lo que pasa por un lado, y por otro te queda claro que algunas cosas, en concreto las más importantes a la hora de decidir nuestro futuro, nuestro papel es de meros espectadores. Lo que ha pasado toda la vida, pero ahora mismo de una forma muy salvaje y que no podemos soportar, porque lo que antes se arreglaba con pañoladas, ahora mismo ni con varias manifestaciones.

Y eso genera desazón, no sólo porque el equipo no esté arriba, sino porque te das cuenta que el fútbol no le importa a nadie, que todo son guerras y comeduras de tarro para que pienses una cosa u otra, y de la esencia no ha quedado ni el recuerdo. 

Este estado de las cosas es muy triste, y cansa a nivel mental hasta puntos que no podríamos haber imaginado hace bien poco. Y sí, Lim es es el gran responsable, pero llegados a esta punto, ni mucho menos el único. No sé cuándo cambiarán las cosas, ni tampoco cuál será nuestro estado de ánimo cuando eso ocurra. Insisto, muy triste.