¡Qué grande es ser del Valencia!

Ser del Valencia es lo más grande que pueda haber. El pasado jueves, mi buen amigo Ricardo Gimeno me mandaba un vídeo de su hija mayor Candela. 120 nanos de la parroquia de San Pascual Bailón, que están preparando la confirmación, y que que venían de hacer 250 kms del Camino, entraban en Santiago de Compostela tomando las calles al grito de “Mestalla se pregunta, quiénes somos”.

El vídeo, que me dieron permiso para publicar, se hacía poco menos que viral con más de 50.000 visitas en apenas 10 horas. Y más allá del eco, lo que mandaba en las reacciones era el orgullo, el sentimiento de pertenencia, el sentirse del Valencia por encima de todo.

A esos chavales, todos menores de 18 años, pueden saber más o menos quién manda en el club, pero ya les aseguro yo a todos los que puedan estar leyendo estas líneas, que ponen a su club por delante de cualquier cosa, que lo sienten con esa edad en la que todo tiene una trascendencia que va mucho más allá del hecho en sí.

Esa forma que hemos sentido todos, aunque en algunos casos ya haga demasiado tiempo de ello. Veía el vídeo, y una foto de todos esos nanos en la Plaza del Obradorio, delante de la Catedral de Santiago, con una bandera del Valencia, a los que somos y seremos, nos pone la piel de gallina.

El futuro son ellos, el futuro y el presente, y con gente como esos chicos y chicas que cantaban a pulmón abierto a mil kilómetros de casa, podemos estar muy tranquilos respecto a lo que venga en adelante. Sentí orgullo y una inmensa alegría, esa que necesitamos todos en estos momentos tan complicados, pero la llama sigue viva, vaya que si sigue viva, y quizá, por muchas cosas, más que nunca en el momento más necesario.