La palabra traidor debe ser desterrada del fútbol

Ahora le ha tocado a Pepelu, mañana será otro, y esto pasa en cualquier equipo, incluido el nuestro, por supuesto 

Toni Hernández | 18 JUL. 2023 | 00:05
Pepelu

Ese jugador es un traidor, un judas”. Pongamos el equipo que queramos, el jugador que queramos. Yo mismo sigo negándome a llamar a Mijatovic por su nombre y le llamo “el que llevaba el 8 en la 95/96”. Posturas irracionales, absurdas, propias de un crío al que le afectó algo más de la cuenta. Si pasara eso mismo ahora, mi visión sería totalmente distinta, no tendría nada que ver, y no tengo ningún reparo en decir que ese tipo de expresiones son violentas, maleducadas, manchan el fútbol.

No, los jugadores no son mercenarios, ni traicionan a nadie, son profesionales que viven su carrera como mejor pueden o entienden, y eso pasa, muchas veces, por estar un tiempo en un sitio, y luego, irse a otro. No tiene nada que ver con el fútbol moderno o el antiguo, porque hoy en día también hay quien se quiere quedar siempre en casa, como José Luis Gayà, al que luego se le atiza sin reparo por cualquier cosa.

Y si hace más de 40 años los jugadores no se movían tanto es porque existía un mecanismo, el derecho de retención, que impedía a nadie salir si el club no le dejaba. Ese detalle, esclavista a más no poder, era el fútbol de antes, pero se pasa por alto, se ve que no tiene importancia.

No, aquí no hay traidores, hay quien sabe irse y quien ni sabe, nada más, pero estamos hablando de profesionales, de gente que tiene un oficio y se dedica a él, nada más. Ser educados, o al menos algo más educados, no le va a quitar pasión al fútbol, y sí que podría darle algo más de naturalidad y de normalidad. Hoy le está tocando a Pepelu, pero mañana será cualquier otro. Y no, no tiene nada que ver con una afición en concreto, porque al final lo hacemos todos. Y eso, repito, es algo que debemos erradicar del fútbol de forma urgente.