El Valencia ha cerrado el fichaje del central turco Cenz Özkacar

El Valencia ha elegido el fichaje de su defensa central: Cenz Özkacar. Tiene 21 años, es zurdo, y llega cedido del Olympique de Lyon. Nadie sabía nada de él hasta hace unas horas, y por sus caracteristicas, ha encendido a todo el entorno. No se entiende el fichaje porque se esperaba otro perfil, pero ahora mismo no se puede decir que sea bueno o malo, porque no lo sabemos. El curso pasado estuvo cedido en el OH Leuven belga, y este año iba a jugar en Francia, aunque parece que lo hará en Mestalla. Y se supone que todo será oficial en las próximas horas.

Discutir la calidad o el nivel de alguien que no conocemos resulta de todo punto absurdo, lo mismo que tomarla con un chaval que no tiene la culpa de nada de lo que pueda pasar a su alrededor. No le he visto jugar en mi vida, no tengo ni la menor idea de si puede ser válido o no, pero lo que no es discutible es que el perfil que todos pensábamos que buscaba el club era otro completamente distinto. Alguien hecho, con tablas y que fuera de rendimiento inmediato. Apostar por un cedido de esa edad, teniendo jugadores en la casa de corte similar, sinceramente, no parece ser lo más coherente. Siempre partiendo de la base de un desconocimiento absoluto del futbolista, que queramos o no, condiciona el análisis de forma clara.

El entorno se levantaba indignado el domingo por la noche. La derrota en Bilbao, con lo visto en algunos jugadores que están claramente señalados por muchas cosas, se juntaba con un fichaje que nadie esperaba, porque nadie lo conoce. Los problemas del equipo atrás para sacar el balón jugado como quiere Gattuso son enormes, y la solución es un chico de 21 años que viene de jugar en ligas menores. Cuesta pensar que pueda serlo, pero también es cierto que, antes de matarlo, vamos a ver cómo es y cómo responde sobre el terreno de juego. Porque eso, al fin y al cabo, es lo único importante en el mundo del fútbol. Que salga todo bien, porque sus éxitos serán los nuestros, y con esa camiseta puesta, es uno más de la familia valencianista.