Generar un clima de confianza absoluto en torno al Valencia
Que el fútbol es un estado de ánimo es una de esas verdades a las que se le hace poco caso, y en esto podemos ayudar todos

“El Valencia va a ganar la final de la Copa del Rey”. En nuestra menta, y por supuesto en nuestro corazón valencianista, no puede haber otro pensamiento que ese. Esto va mucho más allá de ser un ultra o no tener ojos en la cara, que delante vamos a tener un señor equipo con varios jugadores que serían titulares en el nuestro sin ningún problema. Pero cuando se dice tantas veces que el fútbol es un estado de ánimo, que parece un chiché que se repite de forma sistemática como si fuéramos robots, pero es una de esas verdades incontestables que tenemos en nuestro deporte.
Hay que generar un clima de confianza en torno al equipo, a los jugadores, porque ellos son la llave que abre la puerta al éxito, y sentir que todos los que están en las gradas, y en casa o donde sea que vayan a ver el partido, están con ellos, es algo que da unas fuerzas que no se pueden explicar, simplemente sentir y poner sobre el terreno de juego. No son días ni horas de análisis sesudos sobre nada, porque no nos van a aportar valor, porque no nos solucionan ninguno de los problemas que podamos tener, y porque todos tenemos muy claro qué somos y qué tenemos como armas para poder ganar este partido (o el trofeo, que hay muchas formas de salir victoriosos de La Cartuja).
No se puede dudar de esta gente ni un segundo, no podemos bajar los brazos en ningún momento, y tenemos que estar todos absolutamente mentalizados para sufrir como si fuéramos perros de caza que se van a pasar una semana sin comer para después ir más certeros a por la presa. El Valencia será el blanco, lo nuestros, y cuando el balón comience a rodar, nada de lo que nos pueda rodear en este momento como club tiene ninguna importancia, y todas nuestras fuerzas deben estar concentradas en animar a los nuestros, en dejarnos la piel por ellos, igual que estoy seguro que va a hacer ese equipo por todos nosotros. Ser un equipo, no más que nunca, sino como siempre, como lo hemos sido cuando todo ha estado cuesta arriba y en nuestra cuenta. Tantas y tantas veces en más de 100 años de historia.