El debate sobre el Nuevo Mestalla que nunca sale a la palestra

El tono de los mensajes ha cambiado, parece que todo el mundo empieza a ir de la mano, pero, ¿es por convicción o sólo por obligación?

Toni Hernández | 18 FEB. 2020 | 08:30
Nuevo Mestalla

El Nuevo Mestalla va a ser una realidad en 2023. Eso es algo que esta semana ha quedado claro, o al menos bien encaminado (que no quiero que me “riña” el gran Mario Selma), después de que el Ayuntamiento de la ciudad haya cambiado su tono beligerante con respecto al club en este asunto. Sandra Gómez, teniente de alcalde y concejala de urbanismo, ya hablaba de “compromiso para que el campo esté inaugurado dentro de esta legislatura -apuntarse ese tanto sería perfecto para el equipo de gobierno-, y debemos trabajar de la mano”. En pocos días había cambiado el tono del discurso, porque hasta ahora todo eran mensajes de cara a la galería, a los medios para no está muy claro qué, porque esto va de trabajar, no de hablar. Llevamos casi 15 años hablando y no hemos dicho nada. Y hecho menos.

Pero el debate es si de verdad las sociedad civil valenciana quiere este nuevo estadio, si los políticos valencianos de verdad apoyan este proyecto o simplemente no se quieren comer el marrón de pasar dos legislaturas sin que se haya hecho nada, como pasaba antes. Porque ahora viene el plazo para la demolición de Mestalla, el actual, y si se apuraran los plazos y se tensara la cuerda, nadie querría estar al mando para tomar decisiones. ¿Queremos terminar el nuevo estadio o simplemente es que no tenemos más remedio? La pregunta también se le puede lanzar al Valencia, a Peter Lim, pero la respuesta ya está dada: debe ser el motor económico del club la próxima década. Sigo viendo poco entusiasmo respecto al Nuevo Mestalla, y eso me genera mucha tristeza.