Inauguración Nuevo Mestalla: Más austero, menos localidades y sin lujos

El Valencia rediseñará y abaratará costes con respecto a los anteriores modelos

Dani Meroño | 03 MAY. 2013 | 15:01

La inauguración del Nuevo Mestalla es todavía uno de los tabúes que acechan al valencianismo desde que hace se comenzara a construir. No obstante, la Fundación del Valencia CF pese a que todavía no ha puesto fecha para estrenar el campo, prepara un proyecto mucho más austero, con menos localidades y sin lujos. El esquema que está planteando la Fundación del Valencia CF amparándose en un modelo de campo de fútbol económicamente más viable y, por ende, mucho más barato hace que se reduzca considerablemente el número de localidades, asientos e incluso cuestiona la posibilidad de que se incluya una cubierta.

La inclusión de Alberto Peñín en el patronato, uno de los arquitectos que realizó el proyecto de Arena que ganó el concurso de Juan Soler, es fundamental para proyectar y rehacer el plan de trabajo en las obras del Nuevo Mestalla. Un estadio que es vital para el nuevo Valencia CF si quiere seguir el nuevo modelo del Borussia Dortmund, aunque va un abismo entre el estadio del conjunto germano y el que podría preparar el Valencia CF en el caso que obtuviera el total o parte los 145 millones de euros que hacen falta para reactivar y finalizar las obras.

Por otra parte, son varias ya las reuniones que ha tenido Aurelio Martínez tanto con Bankia como con algunas empresas interesadas en finalizar las obras -como es el caso de la propia Arena que ya ganó el concurso de maquetas para el estadio- y obtener parte del respaldo económico o el inicio de un convenio de colaboración económica para terminar las obras y explotar los recursos y la gestión del terreno y recursos durante un periodo determinado de tiempo.

No sería un estadio de cinco estrellas

Una de las cosas que se prometió al valencianismo cuando se empezó a construir el estadio fue que obtuviera la categoría de cinco estrellas, algo que no será ni de lejos una prioridad para la Fundación Valencia CF que estudia la posibilidad incluso de no incluir una cubierta sobre el Nuevo Mestalla. Desde la madera y el aluminio de Soler, pasando por el vidrio azul de Manuel Llorente hasta llegar a la posibilidad de que no se incluya cubierta, son sólo algunos de los cambios de opinión que se ha tenido con respecto a al techo del Nuevo Mestalla.

Esa es, posiblemente, la menor de las preocupaciones ya que el modelo de estadio podría no incluir ninguna de las comodidades que tienen en los grandes campos europeos: calefacción, escaleras mecánicas, monitores, restaurantes o zonas comerciales...

Solo podría salvar el viejo modelo un inversor

Únicamente la participación de un socio inversor o una empresa que patrocine el estadio podría salvar el actual modelo de construcción ya que, de lo contrario, todo indica que se reducirán los costes hasta límites que en un principio no se sospechaban. No obstante, pese a que se está negociando con varias empresas la posibilidad de un naming al estadio, parece poco probable la opción de que aparezca un inversor que financie el club o las obras.

Los abonados, un nuevo problema

Si hace algunos años había lista de espera para intentar ver un partido de fútbol como socio en una butaca de Mestalla, ahora parece imposible que se pueda llenar el estadio ni siquiera en las mejores noches europeas. De este modo, que se ocupen las 75.000 plazas del estadio parece una utopía hasta tal punto que se está valorando la posibilidad de reducir considerablemente el número de localidades del campo para que sea más acogedor y no de sensación de vacío como ocurre en otros estadios. Actualmente el Valencia no llega a los 34.000 socios, cifra que dista mucho de las que se manejaban cuando se proyectó la posibilidad de crear un nuevo campo, ya que incluso se habilitó una lista de espera para nuevos abonados.

Otro problema añadido son los precios de los abonos. Si bien es cierto que el Valencia ha abaratado considerablemente las cantidades en la mayoría de los sectores, es quizás en el más activo donde apenas se aprecia. 220 euros si eres accionista y 330 si no lo eres son las cantidades que paga un miembro de la Curva Nord por renovar o sacarse el pase en Mestalla. Cifras que no han gustado, sobre todo teniendo en cuenta que, si se quiere seguir el modelo alemán, en su grada de animación son sólo 187 euros los que paga cada aficionado de dicho sector.