Champán, música y bailoteo para celebrar la permanencia

Juanlu se fue directo al palco VIP nada más terminó el partido contra el Hércules (2-1). Allí hizo acopio de las botellas de champán que quedaban en la nevera y se las bajó al vestuario, donde la plantilla empezó a celebrar la permanencia virtual en Primera División. Los jugadores granotas brindaron, cantaron y bailaron y hasta Luis García, que hacía esfuerzos por mantener el tipo, acabó sumándose a la fiesta. Empujados por ese ambiente de optimismo, un buen número de seguidores se congregó en la fuente de Viveros, como en las grandes ocasiones del levantinismo.

No era para menos. Aunque de modo virtual, la permanencia en Primera División es un hecho para el Levante UD. El club mantendrá el discurso público de que los objetivos se celebran cuando se cumplen, pero aunque no es matemático el equipo se sabe salvado. Por eso, anoche jugadores y cuerpo técnico adelantaron la cena de celebración yéndose a Brassa de Mar, uno de sus lugares predilectos para reunirse.

El gabinete financiero de Orriols, pendiente de cuadrar los números, ya hace cálculos para pagar la prima pactada con los capitanes, por encima de dos millones de euros, y que en principio se cargará al presupuesto de la próxima campaña. No obstante, ahora se abre la vía de dialogar sobre otro posible premio extraordinario.

“Hay que disfrutar, pero con humildad”, dijo el técnico, que pese a la frialdad en sus declaraciones es consciente de que el Levante está a cuatro puntos de Europa. Luis ha dado libre hasta mañana, pero la consigna en la vuelta al trabajo será no dejarse llevar y apurar todas las opciones. De aquí a final de curso los granotas tienen que enfrentarse a la mayoría de gallitos, pero el núcleo duro apuesta por mantener la inercia y disfrutar de la licencia para soñar que se han ganado a pulso.