“El Valencia necesita 40 puntos para salvarse”, o “el Valencia tiene que hacer una segunda vuelta de Europa para no bajar”. Son los dos argumentos más manidos por parte de todos para explicar qué debe pasar para evitar el descenso, y, sinceramente, no estoy de acuerdo con ninguno de los dos, especialmente con el primero.
Sadiq es el típico fichaje del Valencia que es puerta grande o enfermería. Y conforme estamos, jugándonos el descenso y metidos en el barro hasta los ojos, más aún si cabe. Han sido unos días muy extraños para el nigeriano, porque ir a San Sebastián a que le vieran la rodilla no es algo normal, aunque parece que está todo OK y se le espera en el partido contra el Barcelona.
El Valencia tiene que jugar, vivir, sentir y sufrir como un equipo que lucha por no bajar. Y eso nos incluye a todos nosotros, los que formamos parte de este club aunque no juguemos. Y para que las cosas vayan como toca, lo primero tiene que pasar es que dejemos de lamentarnos por las esquinas, de rasgarnos las vestiduras, de repetirnos lo desgraciados que somos y parar de sacar mil estadísticas que dicen que somos lo que somos.
En el entorno del Valencia todos, pero todos, deberíamos de pensar solamente en la salvación. Un concepto que incluso también he leído esta semana que viene mal, porque la "salvación del Valencia" es otra cosa. De verdad que estamos llegando a unos puntos que son una locura, pero en fin. Como solemos hacer siempre por estos lares, nos gusta emplear el tiempo en demasiadas cosas que no aportan, pero que eso sí, nos entretienen mucho.
Creer de verdad que el Valencia no va a bajar a Segunda División es muy difícil. No diré que imposible, porque ves lo que queda, ves las distancias y ves los que tenemos el mismo nivel y te das cuenta que claro que se puede. Pero es que eso que llama "las sensaciones", el sabor de boca que te llevas después de cada partido, es que no hay uno que te deje medio contento, medio feliz, medio pensando que las cosas pueden ser de otro modo.
Al Valencia le quedan cinco partidos para evitar repetir la mayor vergüenza de su historia: volver a bajar a Segunda División.
El Valencia se va a salvar. Ninguna duda y más convencido que nunca. Nos vamos a salvar porque, por una vez, nos vamos a poner de acuerdo todos y vamos a tirar del club como si no hubiera mañana. Y vamos a estar muy por encima de Peter Lim y de todos los que nos quieren hundidos. Pienso así, y como me ha pasado toda la vida, lo que pienso lo digo, y cada vez más sin ningún tipo de filtro, que ya está bien de aguantar algunas cosas.
Lucas Alcaraz fue presentado como nuevo técnico granota con la presencia del presidente Quico Catalán y el director deportivo Manolo Salvador. Catalán, aseguró que el club tiene un "claro objetivo por el que remar juntos" y que cambiar de entrenador es "una situación anormal". El técnico, por su parte, acepta el reto de la permanencia.
La salvación no es imposible
“El Valencia necesita 40 puntos para salvarse”, o “el Valencia tiene que hacer una segunda vuelta de Europa para no bajar”. Son los dos argumentos más manidos por parte de todos para explicar qué debe pasar para evitar el descenso, y, sinceramente, no estoy de acuerdo con ninguno de los dos, especialmente con el primero.
En el entorno del Valencia todos, pero todos, deberíamos de pensar solamente en la salvación. Un concepto que incluso también he leído esta semana que viene mal, porque la "salvación del Valencia" es otra cosa. De verdad que estamos llegando a unos puntos que son una locura, pero en fin. Como solemos hacer siempre por estos lares, nos gusta emplear el tiempo en demasiadas cosas que no aportan, pero que eso sí, nos entretienen mucho.
Sadiq es el típico fichaje del Valencia que es puerta grande o enfermería. Y conforme estamos, jugándonos el descenso y metidos en el barro hasta los ojos, más aún si cabe. Han sido unos días muy extraños para el nigeriano, porque ir a San Sebastián a que le vieran la rodilla no es algo normal, aunque parece que está todo OK y se le espera en el partido contra el Barcelona.
Creer de verdad que el Valencia no va a bajar a Segunda División es muy difícil. No diré que imposible, porque ves lo que queda, ves las distancias y ves los que tenemos el mismo nivel y te das cuenta que claro que se puede. Pero es que eso que llama "las sensaciones", el sabor de boca que te llevas después de cada partido, es que no hay uno que te deje medio contento, medio feliz, medio pensando que las cosas pueden ser de otro modo.
El Valencia tiene que jugar, vivir, sentir y sufrir como un equipo que lucha por no bajar. Y eso nos incluye a todos nosotros, los que formamos parte de este club aunque no juguemos. Y para que las cosas vayan como toca, lo primero tiene que pasar es que dejemos de lamentarnos por las esquinas, de rasgarnos las vestiduras, de repetirnos lo desgraciados que somos y parar de sacar mil estadísticas que dicen que somos lo que somos.
Al Valencia le quedan cinco partidos para evitar repetir la mayor vergüenza de su historia: volver a bajar a Segunda División.
El Valencia se va a salvar. Ninguna duda y más convencido que nunca. Nos vamos a salvar porque, por una vez, nos vamos a poner de acuerdo todos y vamos a tirar del club como si no hubiera mañana. Y vamos a estar muy por encima de Peter Lim y de todos los que nos quieren hundidos. Pienso así, y como me ha pasado toda la vida, lo que pienso lo digo, y cada vez más sin ningún tipo de filtro, que ya está bien de aguantar algunas cosas.
Lucas Alcaraz fue presentado como nuevo técnico granota con la presencia del presidente Quico Catalán y el director deportivo Manolo Salvador. Catalán, aseguró que el club tiene un "claro objetivo por el que remar juntos" y que cambiar de entrenador es "una situación anormal". El técnico, por su parte, acepta el reto de la permanencia.
La salvación no es imposible