Cómo creer en la salvación del Valencia

Creer de verdad que el Valencia no va a bajar a Segunda División es muy difícil. No diré que imposible, porque ves lo que queda, ves las distancias y ves los que tenemos el mismo nivel y te das cuenta que claro que se puede. Pero es que eso que llama "las sensaciones", el sabor de boca que te llevas después de cada partido, es que no hay uno que te deje medio contento, medio feliz, medio pensando que las cosas pueden ser de otro modo.

Estos días de Navidad, creo que como todos, quiero descansar la cabeza de todo esto, porque me está costando la salud, el estado ánimo, el humor, y hasta algún amigo, y no, eso no puede ser. Y me quiero calmar porque necesito encontrar algo que me haga pensar que todo puede pasar, que no estamos muertos del todo, que se pueda dar el que logremos quedar el cuarto por la cola, algo que ahora mismo firmaría con sangre.

Ahora mismo no tengo la respuesta que ando buscando, porque me cuesta pensar en el Valencia, en esta temporada, en todo lo que estamos viviendo, y cuando tienes eso encima de la cabeza, que todos, o casi, andaremos igual o parecidos, es imposible que veas nada que no sea negativo. Hay que hacer mucha limpieza de muchas cosas, de muchas, y el 3 de enero intentar tener alma, corazón y esperanza, porque lo vamos a necesitar todo.