Los que amamos el Valencia estamos pasando mucha vergüenza durante ya demasiado tiempo. Hace años pedí que el club explicara las razones por las que se descapitalizo a nivel deportivo de una forma tan brutal, que desde el punto de vista empresarial eran hasta lógicas, salvando el “detalle” de que esto es un equipo de fútbol y no podemos vivir de espaldas a ello.
El Valencia no es ni Peter Lim ni Meriton. Y quien intente mezclar ambos conceptos, con todo el respeto del mundo lo digo, no sólo está equivocado, sino que me atrevo a afirmar que lo afirma con algún interés que, de forma oficial, no consigo ver ni atisbar. Voy a repetir algo de nuevo, que es como un mantra, pero que parece que no cala demasiado, porque entiendo que otros discursos son mucho más populares y populistas.
Señor Peter Lim, nuestro Valencia, que es su empresa, se va a la mierda, ¿cuál es el plan? Porque supongo que tiene que haber un plan, que además ha de ser genial, porque en caso contrario estamos sentenciados mucho antes de que llegue el día de la ejecución. Y es que en mi cabeza, entiendo que en la de nadie, no cabe que vayamos a estar de brazos cruzados ante todo lo que tenemos delante, en pleno mes de diciembre, y con tantos partidos por jugar.
“Es descorazonador para el Valencia que todo lo que podamos esperar sea esto hasta que no se vaya Lim”. La frase es de mi querido amigo Ramón Albors, valencianista de pro, amante del fútbol a la contra y que se desespera como pocos porque “pelean pero no tienen nada de fútbol”, refiriéndose a los actuales jugadores del equipo.
Fue un 106 aniversario agridulce, el Valencia CF se debate entre la agonía deportiva y bajo una gestión que no ofrece ninguna garantía a corto plazo.
Si la prensa internacional sigue hablando mal de la gestión de Peter Lim en el Valencia, ¿va a vender antes? La respuesta es que no, y la única esperanza que nos queda a algunos, hasta que de verdad haya un nuevo máximo accionista, es que haya un cambio en esa mala gestión encaminado a no dejar morir el club, a que siga en Primera, y a que ese hecho haga que tenga un poco más de valor en el mercado para quien quiera comprarlo.
Peter Lim no vende el Valencia, ahora, pone a su hijo al mando, al menos a nivel testimonial, y ya avisa a los futuros compradores de lo que tendrán que hacer cuando sea que se hagan con sus acciones del club. Lejos de ser ningún lío ni levantar polvareda, al menos así lo ve quien suscribe, esto es dejar claro lo que hay, y lo que habrá en el corto plazo, y no dejar que haya más informaciones que pretendan marear al respecto.
"El Valencia CF no está en venta y Meriton sigue apostando por el Valencia CF. Meriton quiere dejar claro que la noticia es falsa". Esto es lo que dice la empresa de Peter Lim en un comunicado a través del medio de Singapur "The Business Times". En el mismo se dicen también otras cosas, que merecen capítulo aparte y que son bastante secundarias, porque lo importante es que se refrenda algo que llevamos tiempo diciendo aquí: el Valencia no está en venta.
Los que amamos el Valencia estamos pasando mucha vergüenza durante ya demasiado tiempo. Hace años pedí que el club explicara las razones por las que se descapitalizo a nivel deportivo de una forma tan brutal, que desde el punto de vista empresarial eran hasta lógicas, salvando el “detalle” de que esto es un equipo de fútbol y no podemos vivir de espaldas a ello.
“Es descorazonador para el Valencia que todo lo que podamos esperar sea esto hasta que no se vaya Lim”. La frase es de mi querido amigo Ramón Albors, valencianista de pro, amante del fútbol a la contra y que se desespera como pocos porque “pelean pero no tienen nada de fútbol”, refiriéndose a los actuales jugadores del equipo.
El Valencia no es ni Peter Lim ni Meriton. Y quien intente mezclar ambos conceptos, con todo el respeto del mundo lo digo, no sólo está equivocado, sino que me atrevo a afirmar que lo afirma con algún interés que, de forma oficial, no consigo ver ni atisbar. Voy a repetir algo de nuevo, que es como un mantra, pero que parece que no cala demasiado, porque entiendo que otros discursos son mucho más populares y populistas.
Fue un 106 aniversario agridulce, el Valencia CF se debate entre la agonía deportiva y bajo una gestión que no ofrece ninguna garantía a corto plazo.
Señor Peter Lim, nuestro Valencia, que es su empresa, se va a la mierda, ¿cuál es el plan? Porque supongo que tiene que haber un plan, que además ha de ser genial, porque en caso contrario estamos sentenciados mucho antes de que llegue el día de la ejecución. Y es que en mi cabeza, entiendo que en la de nadie, no cabe que vayamos a estar de brazos cruzados ante todo lo que tenemos delante, en pleno mes de diciembre, y con tantos partidos por jugar.
Si la prensa internacional sigue hablando mal de la gestión de Peter Lim en el Valencia, ¿va a vender antes? La respuesta es que no, y la única esperanza que nos queda a algunos, hasta que de verdad haya un nuevo máximo accionista, es que haya un cambio en esa mala gestión encaminado a no dejar morir el club, a que siga en Primera, y a que ese hecho haga que tenga un poco más de valor en el mercado para quien quiera comprarlo.
Peter Lim no vende el Valencia, ahora, pone a su hijo al mando, al menos a nivel testimonial, y ya avisa a los futuros compradores de lo que tendrán que hacer cuando sea que se hagan con sus acciones del club. Lejos de ser ningún lío ni levantar polvareda, al menos así lo ve quien suscribe, esto es dejar claro lo que hay, y lo que habrá en el corto plazo, y no dejar que haya más informaciones que pretendan marear al respecto.
"El Valencia CF no está en venta y Meriton sigue apostando por el Valencia CF. Meriton quiere dejar claro que la noticia es falsa". Esto es lo que dice la empresa de Peter Lim en un comunicado a través del medio de Singapur "The Business Times". En el mismo se dicen también otras cosas, que merecen capítulo aparte y que son bastante secundarias, porque lo importante es que se refrenda algo que llevamos tiempo diciendo aquí: el Valencia no está en venta.