
Pecado capital que no puede cometer el Valencia: dar de lado a su afición, sea crítica o no
El valencianismo puede ser muy crítico, hasta límites muy duros, pero es igualmente de su equipo, por encima de todo, y se debe poner en la balanza
El valencianismo puede ser muy crítico, hasta límites muy duros, pero es igualmente de su equipo, por encima de todo, y se debe poner en la balanza
Reflexionemos sobre lo que realmente significa esto, sobre lo que es, y pensemos en lo que nosotros, como aficionados, estamos haciendo o dejando de hacer
Cuando todo es "normal", cuando no se piensa en nada más que lo realmente importante, no hay quien pare a este equipo perfecto
Están siendo días en los que se percibe una fractua que no tiene sentido, y debe ser el club quien la cierre de una vez por todas
De esa ecuación sacamos al aficionado, por supuesto, que ese es sagrado y tiene el derecho a entender y vivir su club como le dé la gana
Ese binomio es letal para cualquier contrario, en cualquier escenario, porque ya no queremos soñar que no tenemos techo: no queremos tenerlo
La parte maravillosa del fútbol es poder discutir sobre todo, aunque al final no se decida nada, pero al menos que se escuche al que sufre
Si es vuestra final, vivid cada momento para recordarlo, para ir formando un legado, que ganando o perdiendo, será el que transmitáis
Nos encanta regodearnos en todo aquello que no es de nuestro agrado, pero nos cuesta mucho dedicarnos a construir lo que sí queremos
Se quiere que haya cerca de 2000 valencianistas en las gradas del Nuevo Zorrilla, y el club va a subvencionar el desplazamiento