
La final del Valencia contra el Eibar: menos glamour, más necesidad
Al equipo sólo le vale la victoria para seguir soñando con algo que ahora parece lejos pero que es el objetivo: la Champions League
Al equipo sólo le vale la victoria para seguir soñando con algo que ahora parece lejos pero que es el objetivo: la Champions League
Las finales no se juegan, se ganan, y el equipo de Marcelino tenía una muy importante y encima con la suerte de jugarla en casa
La única misión que se tiene el sábado es traer los 3 puntos de vuelta a casa, porque hacen falta como el respirar para llegar al objetivo
Todo el mundo debe ser consciente de lo que hay en juego, y que estar divididos es un solamente un problema añadido en este momento
Una reflexión que leía en twitter, ese lugar donde en ocasiones hay muestras de inteligencia, y me parecía más que válida y acertada
Se tiene que ganar como sea el equipo andaluz, porque es un rival directo y porque hace más falta que el respirar, por todo
No se puede poner el listón tan bajo, no se puede ser tan condesciente, no se puede dejar de hacer autocrítica porque tienes miedo de ella
Es curioso lo que da de sí este santo deporte, en el que ganar o perder un par de partidos de forma consecutiva cambia todo el trabajo de meses
Que a tres dde diciembre se haya terminado la Champions y que en la Liga se sea un drama casi a la deriva, no merece paños calientes, sino autorcrítica y exigencia
Son demasiados partidos, demasiados palos a una afición ilusionada, y sobre todo, demasiada ventaja concedida para luchar por el objetivo