Corberán, el hombre que debe aportar calma tras la tormenta de 2024-25
El valencianismo respira en una semana feliz aunque no es momento de euforia, se ha dado un paso de gigante pero es momento de construir y pensar en el futuro

Todavía resuenan los ecos de la gran victoria del Valencia en el Santiago Bernabéu, pero es en momentos de euforia cuando conviene mantener la calma, con mayor motivo después de la agonía vivida durante la temporada. El Valencia ha dado un paso de gigante de cara a conseguir la permanencia, aunque todavía resta la parte final del trabajo y sobre todo intentar maquillar una campaña que ha estado cargada de sufrimiento.
El Valencia debe intentar terminar lo más arriba posible en la clasificación final, nada justificará lo vivido en 2024-25 pero el equipo se lo debe a la afición. El próximo viernes el conjunto de Corberan se medirá a un Sevilla en horas bajas, los hispalenses viven en un incendio permanente que recuerda en cierta manera a lo sufrido en Mestalla (con la parcela social muy revuelta). Las notas positivas vienen representadas por el gran momento de Mamardashvili, Barrenechea o Javi Guerra, también por el reencuentro con el gol de Hugo duro, el futbolista madrileño se ha acostumbrado a marcar goles importantes ante los grandes y volverá a finalizar la temporada con un número más que aceptable de tantos. A todo ello hay que unir el momento de gracia de Diego López y el trabajo de Sadic, el delantero también ha sido vital en la resurrección.
El valencianismo merecía un estallido de alegría como el que se produjo en el Santiago Bernabéu. Carlos Corberán ha logrado darle la vuelta a una situación agónica y que parecía insalvable, pero el club debe ser consciente de que el futuro es complicado y son demasiadas las cuestiones a mejorar para intentar revertir una etapa negativa que se alarga ya demasiados años.