La gran prueba de fuego del Valencia de Baraja

Al Valencia de Baraja le toca crecer a toda pastilla. Siempre, en todo, saltándonos todos los procesos que se supone que son lógicos en este sentido, los tiempos, las reglas… Lo que viene pasando desde hace poco más de un año es algo extremo, pero sumo, con niños que en algún caso están en edad juvenil, y que tiran de un histórico del fútbol español, y europeo como si eso fuera lo más normal del mundo… que desde luego, no lo es.

En agosto era que el equipo debía bajar, que el objetivo máximo era no hacerlo, que faltaba de todo, que éramos poco menos que una banda… de parvulario. Luego todo eso ha ido cambiando, evolucionando, convirtiendo algunas derrotas en palos al nivel de la plantilla en algunos casos, cuando vemos que igual no nos da para alcanzar Europa.

Con un mercado de invierno que no solucionó gran cosa, aunque Federico es un buen elemento, y sólo fue noticia por la marcha de Paulista. Lesiones y bajas de todo tipo, que hasta la jornada 27 no los tuvimos a todos a disposición, y justo en ese momento cae grave Diakhaby. Y justo eso, la pérdida de un referente de una forma salvaje, es la siguiente lección. Porque estas cosas afectan dentro de un vestuario, y quien lo niegue, es que no ha estado nunca en ninguno.

Ahora toca seguir siendo fuertes con menos efectivos aún, con menos experiencia, con menos jugadores veteranos. Y eso es algo que el Pipo debe trabajar también, porque es otro reto, otra paso más, una marcha añadida en el crecimiento global de este grupo Que ojalá no se rompa, porque entonces todo esto no habrá valido de nada.