La partida de póker del Nuevo Mestalla

La alcaldesa va en una dirección clara, lo mismo que el club, y todos defienden sus intereses, aunque con muchos ojos deseando que salga mal

Toni Hernández | 27 ABR. 2024 | 00:03
Nuevo Mestalla

"Vamos a solicitar al Valencia CF que acredite dos cosas: el cumplimiento de los compromisos que se establecieron en el convenio del año 2005 y en el año 2007 vinculados con la construcción del nuevo estadio y segundo un cronograma. Un cronograma de inicio y finalización de la obra, que es algo que no tenemos”. Las palabras son de María José Catalá, la alcaldesa de la ciudad, esta misma semana y después de que se cuestionara cómo estaba la auditoría que debía determinar el coste pendiente del Nuevo Mestalla por un lado, y lo que se había invertido hasta el momento.

Catalá, al menos para mí, es la única política que de verdad está teniendo voluntad real de acabar el campo, por encima del Mundial o de cualquier otra cosa, y olvidándose de Lim y de Las, porque ella, que no lo puede decir, es muy consciente que el máximo accionista es algo coyuntural, y aquí estamos hablando de una obra estructural de club y de ciudad.

“Lo que pretendo, ya que soy la única que no se ha movido en su plan, es que el Ayuntamiento tenga todas las garantías antes de emitir cualquier tipo de autorización, licencia o permiso de que el club cumpla con la ciudad y con la afición. No vamos a dar nada al Valencia sin recibir todas las garantías”, es decir, si el club se mueve, que se debe mover, y se va a mover, el ayuntamiento de moverá.

Y todo eso, que es mucho más fácil de decir que de hacer, se hará sin pensar en que se beneficia a unos o a otros, y por supuesto, con un enorme ruido político y mediático, porque todos quieren salir en la foto, nadie quiere hacerlo con Lim, pero saben perfectamente que el tiempo juega en contra de todos… menos de Lim. Como broma ya hace años que debería estar bien, así que vamos a ver cómo se lo toman los que deben actuar.