La firma del convenio entre el Valencia y el Ayuntamiento, que viene tan mal

El Valencia y el Ayuntamiento firmarán el famoso convenio, el club quitará la demanda que tiene en los juzgados por la caducidad anticipada de la ATE (bendita la hora que se puso esta demanda) y tendremos Nuevo Mestalla. El camino está claro desde hace mucho tiempo, aunque tema aparte ha sido que haya habido gente con la pretensión de desviarlo o, directamente, no andarlo hacia ninguna parte.

Todo lo que pase en el entorno del Valencia, yo, me lo creo, y entiendo que esa sensación nos invade a todos, porque lo que hemos visto en los últimos años, y lo que me temo que nos queda por ver, invita a ello. Pero lo que no veo por ninguna parte es esa inquina a que algo que es bueno para el club, para el club, no se quiera llevar a cabo porque a lo mejor le viene bien al dueño. Sigo dando volteretas cuando el discurso es doble y unidireccional.

Es decir. Peter Lim tiene la obligación de acabar el campo, y avalar que así sea, pero los beneficios urbanísticos que pueda tener el convenio no le pueden llegar a él. Vamos a ver, queridos y queridas: ni Lim tiene que acabar el Nuevo Mestalla, que debe ser el Valencia, ni Lim se tiene que ver beneficiado por nada, porque esos parabienes han de ser para el Valencia. Cuando perdemos la perspectiva de esa realidad, que es muy clara y muy simple si no te enrocas en lo contrario, ves de forma clara las cosas, pero eso cuesta, mucho, y en algunos sectores, más.

Todo tiene un proceso y un recorrido, y el bien general nunca puede ser menoscabado, y menos aún por el individual. Y repito, si tiene que ser Lim el que corte la cinta del Nuevo Mestalla, mientras nosotros tengamos el nuevo estadio y la deuda haya bajado por la venta del actual campo, yo no pienso tener la piel tan fina. Es una cuestión de sentido común, que tampoco es tan complicado.