No es una cuestión de fútbol, es el nombre del Valencia

Lo que se le está intentando hacer al Valencia, y al valencianismo, a cuenta del caso Vinicius, va mucho más allá del fútbol. De hecho, no tienen nada que ver con él. Aquí se ha montado una película de terror, aunque todo el mundo sabe que no es así, pero después de haber pegado tantas patadas hacia delante, nadie quiere dar su brazo a torcer. 

No sé qué me parece peor, si mentir, o seguir insistiendo en la mentira, porque en lo primero te puedes equivocar, puedes hablar en caliente… pero en lo segundo ya existe una premeditación, y es mucho más peligroso. Lo que se ha generado alrededor de todo esto es vergonzoso, es lamentable, y no lo podemos consentir ni como valencianos ni como valencianistas.

Decía el otro día el periodista de COPE Isaac Fouto que “si hubiese sido todo el estadio, se habría cerrado todo el estadio; no solo esa parte de la grada”. La lógica es tan aplastante que provoca sonrojo que haya quien no lo vea, porque realmente es que no lo quieren ver, e insisto, eso es lo más preocupante, porque entonces uno tiene que pensar en cosas que van mucho más allá de lo evidente.

Nos han insultado a todos, a pesar de que el Valencia reaccionó de forma inmediata, que tontos hay en todas partes, en el Bernabéu también, y con todo y con eso, el niñato de Vinicius insiste en su mentira ante el juez, y lo que es peor, los medios le siguen apoyando… porque es jugador del Madrid, sin más.

Me pregunto si fuera futbolista del Barcelona, cómo sería el trato. Porque si jugara en otro club, lo vimos con Juan Cala, no pasaría absolutamente nada. No, esto no va de fútbol, va de respeto y de hacernos respetar, que ya está bien, por el amor de Dios.