La intolerable falta de respeto a Mestalla

El desprecio que Meriton ha hecho a Mestalla no tiene perdón. Ese y otros muchos más, pero hay algunos que duelen de forma especial, porque no tienen sentido. Haciendo un esfuerzo gigante, puedo llegar a entender que no les entre en la cabeza la importancia que tiene ese estadio para todos nosotros.

Aunque en esto me vuelve a defraudar Layhoon Chan, que sé que conoce este tipo de sensibilidades, pero que no ha ejercido como presidenta al uso que tocaba la situación. Pero siendo esto así, si realmente lo es, era tan fácil como volver a delegar todo en Fernando Giner, como cuando el Centenario del club, asignar un presupuesto, y que el Chufa se hubiera ocupado de todo, otra vez.

No había que pensar, no había que mover nada, sólo descolgar un teléfono y dejar que las cosas fluyeran de manera lógica y sensata. Estamos llegando a un punto de dejadez que no me cabe en la cabeza, y eso es inadmisible. Pero es que me pongo en la piel de Javier Solís, que sé que es valencianista de los pies a la cabeza, y todo esto le tiene que molestar como a todos nosotros.

Y también empatizo con los empleados del club, igualmente valencianistas, que tienen las manos atadas con este tema, y que encima ven cómo cuatro indocumentados les insultan de forma cobarde. Mestalla no se merece esto, el Valencia no se merece esto, y es lo que estamos teniendo en cantidades industriales. Y lo peor de todo, sin tener ni mucho menos claro el momento en el que todo esto va a terminar, que quizá es la sensación más dolorosa que podamos experimentar ahora mismo.