El Valencia no se puede callar, su afición no lo merece

Se ha de ser contundente siempre, sea cual sea el motivo por el que se le falta al respeto al club, y eso no se puede dejar pasar

Toni Hernández | 09 MAR. 2023 | 00:04
Corona, Layhoon y Solís

Si le faltan al respeto al Valencia, el club debe atacar con todo. Y eso debe suceder siempre, con cualquier tema, porque en caso de hacerse, la sensación que se da es que somos selectivos, que unas cosas nos importan como si nos fuera la vida, y otras nos dan igual, como si no pasara nada. Que un político acuse al club de hacer chantaje, cuando los que lo han llevado a cabo son esos mismos políticos, merece una contestación rotunda, salvaje, porque encima se tiene razón, aunque haya quien no lo quiera ver porque su relato va por otro sitio.

Pero si en Barcelona te roban de forma descarada, y encima es algo que viene pasando todo el año, lo que no puede pasar es que sea tibio, diplomático, como con miedo a decir las cosas como son. Que no hablen los jugadores y el entrenador es normal, porque a nosotros nos crujen a partidos sancionados, pero que cualquier persona autorizada del Valencia salga y diga las cosas como son, sin insultar a nadie pero sin miedo a nada, es algo que se debe hacer.

Y repito lo mismo que hace unos días, si vas a ser moderado, mejor nos quedamos en casa callados, porque eso, además de no servir para nada, lo único que va a generar es que el entorno se cabree más por la inacción que por la injusticia. Hay que ser valientes, hay que ir a por todas, no hay que dejarse pisar. Voy a contar una batalla del abuelo cebolleta, pero real. Hace muchos años, cuando yo era presidente, en una final de ascenso, nos robaron de forma descarada.

Cogí el micro de COPE, del amigo Pedro Zamora, y pegué una rajada a nivel nacional más que importante. En la vuelta pedimos, pero porque fueron mejores, y el colegiado no tuvo nada que ver. Me cayeron 3000 euros de sanción, pero era lo que había que hacer, y como había que hacerlo… si es que se iba  a hacer algo. El Valencia no se puede quedar callado, no puede, porque sólo falta que los árbitros nos rematen a puerta ellos mismos.