La motivación e ilusión de un capitán del Valencia

Seguimos en bucle que parece no tener fin, Carlos Soler y José Luis Gayà no han renovado y la pretemporada está a la vuelta de la esquina. Soler ya ha empezado a sufrir una campaña de acoso por un sector pequeño de la afición pero que utiliza las redes con ocurrencia, en su caso la continuidad parece más complicada ya que sus pretensiones económicas están muy alejadas de lo que le puede dar el Valencia. Gaya es la última esperanza y podríamos decir que el Murciélago del escudo de un club cada vez más dividido. Ese tipo de metáforas vienen bien para ilustrar una situación concreta, pero es el propio Gayà el que sabe que la entidad está por encima de todo.

A estas alturas poco se le puede enseñar al lateral zurdo sobre lo que es el actual Valencia. Le ha tocado coincidir en su carrera con la gestión más problemática de la historia, y en estos años Gayà vivió alguna alegría y sobre todo muchos sobresaltos. Nadie como él sabe lo difícil que ha sido mantener unido al vestuario y trabajar con entrenadores tan distintos entre sí, por todo ello es imposible que algo le pueda sorprender y está dispuesto a ayudar a relanzar la nave incluso perdiendo dinero. Su compromiso está por encima de intereses personales aunque desde el club no se le valora como debería.

Vender a José Luis Gayà sería el error más grave ya que su figura no puede compararse a la del resto de futbolistas de la plantilla. El capitán merece respeto, consideración y un proyecto deportivo con posibilidades de crecer.