Sofiane Feghouli: el nuevo 'yo' del nuevo Zidane

Las comparaciones son odiosas. Algunas son incluso peores. Son condenas. Lastres para el desarrollo personal. Impiden a uno mostrarse tal y como es para pasar a ser medido a través de unas expectativas imposibles. La expectativas de otro. Sofiane Feghouli lo sabe muy bien. Ha vivido encadenado a la totémica figura de Zinedine Zidane durante sus primeros años como profesional. Rehén del insaciable apodo 'el nuevo Zidane' que ha devorado a decenas de talentos en Francia como Samir Nasri o Yoann Gourcuff que no lograron alcanzar la dimensión que su apodo había convertido en obligación. Con esas condiciones no ser Zidane es un fracaso. El problema es que Zidane, sólo hay uno.

Sofiane Feghouli ha intentado escapar de esa comparación desde el primer momento en el que la escuchó. "¿Si soy el nuevo Zidane? No, soy el Sofiane Feghouli. Solamente eso", aseveró un joven Feghouli que comenzaba a mostrar su talento en el Grenoble. Nadie pareció escucharle. O prefirieron no hacerlo. Vendía más el 'nuevo Zidane' que el 'nuevo Feghouli'. Así que ese joven de 17 años que empezaba a hacer grandes cosas en la Ligue 2 y que acababa de firmar su primer contrato como profesional comenzaría a ser comparado con uno de los mejores jugadores de la historia. Una batalla invencible para Feghouli.

Su posición, la de mediapunta, sus orígenes argelinos, y su fuerte carácter alimentaban la comparación con Zinedine Zidane. Ese apodo le ha encorsetado durante sus primeros años como profesional. En Grenoble no pasó de ser un jugador llamativo. Se marchó por la puerta de atrás para firmar de mala manera con el Valencia, donde en primera instancia no contó con la confianza de Unai Emery, mientras que en el Almería vivió el lado más amargo del fútbol, con descensos y enfrentamientos con sus entrenadores. Entre lesiones, enfrentamientos y cesiones en tres años no se había visto ni rastro del 'nuevo Zidane'.

Sin embargo, durante el pasado verano se produjo una ruptura en la carrera de Feghouli. Escapando de la maldición de que consume a los 'nuevos Zidanes', el centrocampista ché se deshizo de las ataduras que le unían a la leyenda francesa. Hizo todo lo posible para desmarcarse de su figura. El primer paso fue abandonar definitivamente la posición de mediapunta para transformarse de un interior derecho de largo recorrido. Y luego cambió su pasaporte francés por el argelino, pasando a convertirse en jugador de la selección de Argelia. Ya no era ni mediapunta, ni francés. Ni rastro del 'nuevo Zidane'. Tan sólo Sofiane Feghouli. Que no es poco.

Y el nuevo 'yo' de Sofiane Feghouli ha resultado ser la mejor noticia del Valencia durante esta temporada. Los goles de Roberto Soldado resuenan a través del altavoz de la estadística, y las carreras de Jordi Alba se aceleran tras el rojo de la camiseta de la Selección Española, pero lo cierto es que el jugador más valioso del último (?) 'proyecto Emery' es el centrocampista de origen argelino, a quien el Valencia recurre cuando el plan A no funciona. Es el hombre que improvisa dentro de un bloque trabajado para jugar de memoria y no por instintos.

Durante la pretemporada ya comenzó a mostrar que el nuevo Feghouli era diferente al que llegó, pero ha sido durante la temporada cuando se ha consagrado como una realidad, dejando atrás la etiqueta de promesa. Le ha ganado el puesto a Pablo Hernández, para afianzarse en la titularidad. En la Liga BBVA ha disputado 22 encuentros como titular, marcando cinco goles y regalando cinco asistencias. Números más que buenos, pero lo más importante de Feghouli es la sensación de que es capaz de cambiar un partido. Decidir en cualquier jugada que nazca desde su cal derecha. En Mestalla no hay rastro del 'nuevo Zidane'. Tan sólo de Sofiane Feghouli y es justo al hombre que necesita el Valencia para acabar la temporada con una sonrisa, cumpliendo los objetivos (3ª plaza y Europa League). El nuevo yo del 'nuevo Zidane' todavía tiene mucho por ofrecer.