El vestuario del Valencia

Cuando se juega a ser portavoz de los caprichos del algunos en el vestuario del Valencia, peligro. Así como no entender el contexto de conversaciones que se puedan tener con jugadores, o de usar de forma muy poco controlada algún comentario que te puedan haber hecho en caliente. Se ha puesto a los pies de los caballos a varios futbolistas, y eso, directamente, no es que no sea bueno, es que resulta tremendamente peligroso para el futuro.

Soy muy mayor para estas cosas, aunque claro que he jugado a esto cuando era más joven. Tienes un buen rollo con algún jugador, hablas con él, te cuenta, le cuentas, y cuando anda amargado por algo, te suelta una bomba que tú debes saber manejar. Si digo la verdad, lo que veo ahora son juegos de niños, absurdeces de tamaño considerable, para cada época tiene sus cosas y sus contextos, y en eso sí que no puedo decir absolutamente nada.

Lo que sería deseable es que ningún jugador dijera tonterías, aunque para eso dentro del vestuario tendría que haber gente que agarrara de la pechera a más de uno. Y luego, también, que los que reciben noticias, o comentarios, supiera gestionarlo más allá de medio momento de gloria a costa de un puñado de likes que no van a sacar a nadie de pobre. Dan ganas de volver a la primera linea de fuego por muchas cosas, pero al mismo tiempo genera una pereza terrible.