El nuevo Valencia sigue dando pasos
Mestalla celebró una reacción que llegó tras un mal primer tiempo y que puede marcar un punto de inflexión

El Valencia logró ante el Athletic un 2-0 que supone una liberación. Era un partido cargado de presión, con Mestalla exigiendo una reacción inmediata tras el varapalo en Barcelona, y el equipo de Carlos Corberán supo responder. No lo hizo de forma redonda, porque la primera parte volvió a dejar sensaciones preocupantes, pero sí supo rehacerse en la segunda para firmar un triunfo que puede marcar un punto de inflexión.
El arranque fue flojo. El Valencia se mostró nervioso, sin claridad en la circulación y concediendo demasiadas opciones al Athletic en las inmediaciones del área. Agirrezabala, muy observado tras sus últimas actuaciones, tuvo que intervenir para evitar un gol tempranero que habría cambiado por completo el guion. La falta de tensión en algunas vigilancias y la escasa producción ofensiva fueron síntomas de que aún pesan las dudas.
Todo cambió tras el descanso. El equipo salió con otra energía, más ordenado atrás y más incisivo en campo rival. Los ajustes tácticos de Corberán, con un bloque más junto y transiciones rápidas, dieron resultado. Hugo Duro y Diego López fueron los protagonistas de un ataque más agresivo, mientras que Gayà asumió galones desde el costado izquierdo. El Valencia encontró la pegada que le había faltado y, lo que es más importante, la confianza para cerrar el partido con autoridad.
El 2-0 devuelve autoestima y corta la dinámica negativa, pero también deja una lección: no puede permitirse regalar 45 minutos en un campeonato tan exigente. La segunda parte mostró lo que este Valencia puede ser si combina intensidad, solidaridad y orden táctico. Ahora el reto es ofrecer continuidad, dar la cara y sumar a domicilio es el siguiente reto.