Baraja va a encontrar la tecla de este Valencia

El Valencia de Baraja "no es tan malo" como dice la clasificación y esos cero puntos que están en el casillero. Aunque no sirva para nada más que un consuelo y algo de esperanza para el siguiente partido, en este caso el de San Mamés de esta tarde, donde es obvio que nos jugamos mucho, pero con el que no convendría ir al extremo y al drama absoluto, porque eso, en el mes de agosto, te está empezando a sentenciar antes de hora.

El Pipo está preocupado, como todos, pero sereno. Porque tiene que estarlo, la locura sería lo contrario, y tiene que medir muy bien todo, absolutamente todo. Porque ha de hacer bien su trabajo, tiene que proteger a su plantilla, no puede parecer que es ajeno a lo que hay, que no lo es, y al mismo tiempo tampoco debe alterar a una propiedad que nunca sabes por dónde va a salir. Y al final, pensemos que si es cesado él cobra y adiós, pero no es el objetivo, ni mucho menos.

Y todo ello hay que hacerlo con un déficit grande de muchas cosas, pero de muchas, y además transmitiendo esa calma que él destila, y que sí, puede llegar a poner nervioso al más pintado, a mí para empezar, y así le digo cuando hablamos, pero bendita calma que nos da. Tiene que darle al botón correcto, enchufar a esta gente, hacerla volar como el curso pasado. Y nosotros, dentro de lo que podamos, ayudar, o al menos, no meter más palos en las ruedas.