Rafa Benítez es libre de su contrato con el Newcastle y su vuelta al Valencia es una opción

Desde el día que se fue, todo el valencianismo ha deseado en mayor o medida que Rafa Benítez volviera a ser el entrenador del Valencia, y en esos 12 años que ya van desde su salida, alguna opción hubo, pero nunca seria, o al menos tan seria como puede ser ahora, y paradójica, porque el hombre con el que se pasó un verano a bofetada limpia pero que terminó armando el mejor equipo de la historia, Jesús García Pitarch, podría ser el que le abriera de nuevo las puertas de Mestalla con el consentimiento de Peter Lim por supuesto. El perfil lo conocemos de sobra: el club de lo sabe de memoria, su afición, su entorno, sus cosas especiales. Y su exigencia a la hora de fichar, sus peticiones siempre firmes y a veces un tanto extrañas, y su relación siempre fuerte con la dirección deportiva y la propiedad, como ya demostró en el Liverpool y en el Inter, menos en el Chelsea, y en el Madrid sólo cuando se marchó.

La expectativa que rodearía su fichaje sería la más alta de todas. 3 títulos en 3 años como entrenador del Valencia, don Ligas, hace que por pura naturaleza, todos vieramos más cerca ser e nuevo ese equipo y arrebatarle ese puesto de contestatario de los grandes al Atlético de Madrid del Cholo. Aunque eso, de salida, no podría ser un objetivo en el corto plazo, no sería sensato. Lo primero es ver si Benítez puede venir, y ahora es más que factible. El Sunderland ha ganado el partido que tenía aplazado y ha mandado a Segunda a las hurracas, con lo que el contrato que tenía Rafa para 3 años puede quedar rescindido.

¿Pero sería bueno que Rafa volviera a Mestalla? Esa es la gran pregunta por muchas cosas. A Benítez le encantaría un proyecto fuerte y serio, a largo plazo, con el objetivo de ser el mejor equipo del mundo sin ser un grande, algo que ya consiguió aquí. Aunque no era el objetivo y termino pasando. Demasiadas cosas quizá se dieran por sentado, y eso tampoco es bueno, y todos deberíamos hacer un borrado de memoria y empezar de cero, aunque si eso se hiciera así tal cual, quizá no se firmara a un entrenador que lleva sin un rumbo muy claro desde que en 2010 fichara por el Inter de Milán. En sus primeros 17 años en los banquillos estuvo en 7 equipos, en los últimos 6 lleva 5. Pero en Valencia, quizá, todo fuera diferente.