Medio siglo esperando

Tensa espera en el levantinismo

Rafa Carretero | 05 NOV. 2011 | 12:38

El Levante ha tenido que esperar medio siglo para encarar un derbi por delante del Valencia. Y toda una vida para hacerlo, además, en unas condiciones tan favorables como las de esta noche. Nunca vio a su vecino y eterno rival desde la tercera plaza tras haber sido líder en solidario ni jamás nadie habría pensado que pudiera capitalizar el planeta fútbol durante tantas semanas. Evidentemente, en juego hay más que tres puntos y no es una frase hecha.

“Para nosotros es un partido más, pero no para la afición. Lo sabemos, y por eso vamos a darlo todo”, dice Sergio Ballesteros, que ha intentado desmarcarse del papel de héroe o villano. En el vestuario hay ganas. En la memoria sigue fresco el recuerdo de los derbis de la temporada pasada y entre los clubes, detrás de la pose de respeto, hay una enorme rivalidad. Cerca de 20.000 aficionados se darán cita en el Ciutat, de largo la mejor entrada del curso, por encima de la del día del Madrid. Por seguridad, la policía impedirá que el autocar granota sea escoltado hasta el estadio, como era habitual. El itinerario de los radicales del Valencia ni siquiera ha sido comunicado para evitar tentaciones y problemas.

Los de Orriols se saben ganadores del duelo sentimental iniciado con el uso de la senyera y la apropiación de símbolos regionales que hasta ahora parecían propios del Valencia. Todo un vuelco a la realidad imperante durante décadas. Y es que por primera vez en toda la historia, el derbi de Valencia es un derbi con las cinco letras, casi de tu a tu, entre el tercero y el cuarto. Un derbi de Champions. Nada de sucedáneos almibarados como el del Villarreal. El mundo granota, en ilusión, se sabe ganador, pero el resultado marcará hoy la diferencia entre que el Levante continúe por delante o que las cosas vuelvan a su sitio.

En el apartado deportivo, la principal preocupación de Juan Ignacio es cómo neutralizar a un Valencia que sin Banega apostará por Tino Costa, lo que debería traducirse en un fútbol más directo y con menos apego del balón. Curiosamente, la ausencia del argentino es más un quebradero que un alivio para JIM, que hasta ahora se había sentido cómodo cuando su equipo disfrutaba de posesiones inferiores al 30 por ciento. En su once inicial, apenas se esperan novedades más allá del regreso de los dos laterales titulares, Javi Venta y Juanfran, tan añorados ambos el pasado domingo en Pamplona cuando la primera derrota.