La simbiosis perfecta del Valencia con su afición

"Lo del Valencia de Baraja no es un milagro. Es fútbol, trabajo y un bloque comprometido. Son cosas que cuentan, pero que no se tienen en cuenta en los análisis iniciales", decía un gran valencianista, y analista, como es @lescaire1. A este razonamiento, un no menos brillante aficionado de este club, respondía que "y una afición que cree en todos ellos. Rara vez he visto en "las duras" una simbiosis tan grande entre la grada de Mestalla y el equipo".

No puedo estar más de acuerdo en ambas cosas. Porque lo que hace el equipo, con los mimbres que tiene, es el resultado de una tarea gigante que empezó en verano con la limpieza del vestuario, y que siguió durante muchas semanas cuando los fichajes no venían y se tenía que armar la personalidad de un equipo que venía de salvarse de bajar a Segunda en la última jornada de la Liga anterior. Y ahí, una vez más, la gente, fue un factor decisivo.

Mestalla se llana cada partido, y hay cientos de valencianistas en cada desplazamiento. Y eso no es normal, y resulta una enorme noticia. Estas cosas demuestran, gracias a Dios, que la vida no son las redes sociales, que la realidad es otra cosa, que la verdad, muchas veces, hace polvo la ficción. Lo que te pierde, Peter Lim, no te lo puedo explicar, porque la única manera de entenderlo es vivirlo con nosotros, y eso es algo a lo que ya llegas muy tarde.