El sentimiento de pertenencia al Valencia

Estar todos en torno al equipo de Baraja, cerrando filas y apretando los dientes como llevamos haciendo ya más de un año sin parar

Toni Hernández | 30 MAR. 2024 | 00:05
Rubén Baraja

Si hay algo innegociable es el sentimiento de pertenencia al Valencia. Lo hemos dicho muchas veces, quizá demasiadas, y cuando eso pasa, normalmente, es porque se pone en duda que esto sea así, lo que me parece grave a más no poder. La afición de este equipo lleva dos años dando una lección de esto que debería estar en los manuales del buen aficionado a su equipo.

Un grande como nosotros en las horas más bajas de su historia, ha movido miles de personas por media España, ha llenado el campo en sus horas más bajas, ha tirado del equipo como si fuera nuestro hijo y hubiera que rescatarlo de un río que lo arrastra hacia el abismo. Con esa fuerza que no sabes muy bien de dónde sale, pero que es gigante.

Nos encontramos, a 30 de marzo, en una situación que firmábamos con sangre hace unos meses, que nadie esperaba, que no entraba en la previsiones ni del más optimista. Y lejos de ser el momento de relajarse, es quizá la hora de vivirlo todo con la misma intensidad que en estas fechas, pero del año pasado, donde cada semana te jugabas el cuello, y lo pudimos salvar a base de sangre, sudor y lágrimas.

Somos una generación privilegiada, para la que jugar no sólo Europa, sino la Champions, ha sido más bien lo normal, pero este año trae unas connotaciones que lo hacen todo distinto. Es como la Copa del 99 para los que tenemos mi edad, porque no habrá otro título igual aunque un día levantemos la maldita orejona.

Ver a estos críos, con ese entrenador, meterse entre los 7 primeros, con todo lo que han pasado en estos meses, es como tocar el cielo, aunque la historia de nuestro club diga que eso tampoco es gran cosa. Pero hay que vivir los momentos, y eso es lo que nos debe llevar esta tarde a Mestalla, llenarlo, y llevar en volandas a nuestra gente.