Harto de la mala educación en el entorno el Valencia

El entorno del Valencia se ha convertido, en algunos casos, en un verdadero estercolero moral, donde cualquier, simple amparado por el anonimato o la más absoluta falta de educación, te puede llamar lo que le dé la gana sin que haya un sola consecuencia, y sin que tú le hayas dicho nada en absoluto. Una pocilga es lo que algunos quieren que sea, porque sin duda estarían mucho más en su ambiente, y no entienden.

Porque supongo que no les da, que eso está matando al club por dentro y por fuera, alejando a mucha gente que podría aportar cosas, generando un ambiente belicista que no tiene sentido, y tampoco perdón de Dios, pero que, sin embargo, cuenta con ciertos apoyos en la opinión pública que poco menos que justifican este tipo de actuaciones.

La carta blanca, la barra libre, es el pan nuestro de cada día, y lo peor es que tampoco puede defenderse, porque terminas dándoles alas a personajes que se alimentan de odio, y a los que sólo se puede combatir con indiferencia. En el Valencia siempre ha pensado cada uno de una forma, y ha habido debates encendidos, y discusiones fuertes, y algunas hasta subidas de tono, pero era cara a cara, con nombre y apellido, y dejando claro que al final todos somos del mismo equipo.

Porque el sectarismo pernicioso que se está practicando en estos tiempos es otro tema del que deberíamos hablar con calma, y alguno, avergonzarse, porque resulta lamentable ver algunas cosas. Después hay quien se pregunta la razón de que el valencianismo no esté unido, y claro, es que no se debe ni perder el tiempo, porque si no ven algo tan evidente, lo demás ya da completamente igual hasta tratarlo.