El Valencia lo hace muy bien

Que el Valencia no deje entrar a Mestalla a Netflix es, simplemente, lo normal. Y si me preguntan a mí, es que yo no dejaba ni entrar a Vinicius, un tipo que mintió a todo el mundo y acusó a un club, y a una ciudad, de ser racista. Un tonto mentiroso no debería pisar jamás nuestro campo, pero las reglas deportivas obligan en este caso. Pero sólo en este caso, porque lo de la plataforma de pago era de coña marinera, y no tenía sentido que pudieran pasar.

Porque la sentencia ya está dictada, y da igual lo que pase el sábado, porque al final el mensaje que se quiere mandar es que somos racistas, y que el tal Vinicius es el Martin Luther King del siglo XXI, aunque dudo incluso que este muchacho sepa quién fue uno de los mayores defensores de los derechos civiles en Estados Unidos. Aquí hay un relato, con buenos y malos, y que ya está muy claro, y en el que sólo faltaba poner la cama, además de que nos hagan pasar por la señora de moral distraída.

Que haya quien defienda lo contrario, en Valencia, me parece bien, porque entiendo la postura, al menos las que he podido seguir aunque haya sido de pasada. La mía, la del Valencia, y la de muchos miles, es que si quieren divertirse que se vayan al circo, pero no a Mestalla. Por cierto, honor a aquellos periodistas de aquí que les han dicho que no a colaborar, como Paco Polit, porque eso es ser sensato, y hace que muchos nos sintamos representados.